Aunque recién esta tarde la ANFP se prounuciará si es que se juegan los minutos que le faltan al clásico universitario, después que Enrique Osses decidiera suspender la mocha del domingo 27 de octubre entre la U y la Cato luego del rollo de papel que le cayó en la cabeza a Fernando Meneses, la posibilidad de que los azules puedan dar vuelta en la cancha el 1-0 con que los cruzados se fueron del Estadio Nacional, es muy remota, ya que en los últimos 15 años la ANFP le dio la pasada a tres partidos para jugar el tiempo restante.
Esto, porque la última vez que la asociación del peloteo nacional decidió darle una segunda oportunidad a los equipos perjudicados por la suspensión -a fines de mayo de 2006-, el resultado fue un escándalo aún mayor que el que terminó por llevar a suspender el encuentro.
Fue en un clásico entre Deportes La Serena y Coquimbo Unido
, que se jugó en el estadio La Portada, donde ardió Troya cuando los hinchas piratas se metieron a la cancha, obligando al pito Rubén Selman a suspender el partido a 12 minutos del final
y cuando la mocha estaba empatada 2-2. El problema vino al día siguiente, ya que los jugadores de ambos equipos decidieron terminar el partido a combos.
De
ahí en más, las tres veces que se suspendieron partidos, la resolución del tribunal disciplinario de la ANFP fue la de dar por terminado el partido
con el resultado del tiempo jugado.
1
2013: Colo Colo pierde ante Audax Italiano por una bomba de estruendo
El 31 de marzo de este año Enrique Osses suspende a los 57 minutos el partido entre Audax Italiano y Colo Colo en La Florida luego de que su juez asistente, Carlos Astroza, recibe el impacto de una bomba de estruendo. La ANFP no reanuda el encuentro y mantiene el marcador de 3-1 en favor de los itálicos.
2
2012: La U no puede terminar partido ante Iquique por fuegos artificiales
El 10 de febrero es Patricio Polic quien decide darle el corte a los 52 minutos al partido entre Universidad de Chile y Deportes Iquique, luego de que hinchas de la U lanzaran bengalas y bombas de estruendo a la cancha, las cuales dejaron contundidos a los iquiqueños Cristian Limenza y Arturo Sanhueza. El partido no se reanuda y la ANFP decide darlo por finalizado con el 1-1 que había hasta el momento de la suspensión.
3
2007: Superclásico sin final
Otra vez el árbitro Enrique Osses fue protagonista de una suspensión recordada por hinchas de la U. Fue en el partido de vuelta de las semifinales del Torneo de Clausura 2007, cuando el pito dio por terminado el partido unos minutos después que el uruguayo Gustavo Biscayzacú anotara el 1-0 para Colo Colo, que a la postre fue el resultado final, porque la ANFP decidió no reanudar la mocha.
4
2003: El Superclásico que dejó a Colo Colo sin estadio por tres años
El 31 de agosto de 2003 Rubén Selman decide suspender el superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile, luego de que Nelson Pinto recibiera un piedrazo desde la tribuna Cordillera del estadio Monumental. La mocha a esa altura estaba empatada 1-1, resultado que se mantuvo, ya que nunca se jugaron los 35 minutos que le restaban al partido y, encima, Colo Colo fue castigado con tres años sin poder jugar partidos de alta convocatoria en su estadio.
5
Estos partidos sí se pudieron reanudar
En 1998 y 2001, Universidad de Chile pudo terminar un par de encuentros suspendidos por escándalos de sus hinchas.
El primero de ellos, el 18 de febrero de 1998, un superclásico de Copa Chile ante Colo Colo que fue suspendido por Eduardo Gamboa porque los bullangueros empezaron a quemar algunas graderías cuando el partido iba empatado sin goles a los 32 minutos. La mocha se reanudó el 27 de febrero y los azules terminaron perdiendo por 1-0, luego que Fernando Vergara anotara el único gol del encuentro a los 82 minutos.
El segundo partido que pudieron reanudar los universitarios fue el 11 de diciembre 2001, cuando los 38 minutos que le faltaban al encuentro de la liguilla Pre-Libertadores que Palestino le ganaba a los azules por 1-0, con gol del argentino Ariel Segalla, se jugaron al día siguiente, manteniéndose el triunfo árabe por la cuenta mínima.
