¡Por fin!: Dueños de mina se disculpan por tragedia

Tuvieron que pasar 26 días en los que todo Chile estuvo con el corazón apretado ilusionados porque los 33 mineros estuvieran vivos para que los dueños de la minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, dieran la cara al país.

Los empresarios testificaron ante la Comisión de Minería de la Cámara Baja, que ahora es Investigadora sobre Seguridad y Faenas Mineras. La declaración fue abierta a la prensa y televisada en directo.

Los ejecutivos admitieron que la stiuación es lamentable y ofrecieron sus disculpas a la familia minera.

"Es una situación triste, no es una situación agradable, es una situación desesperada. Afortunadamente nuestros trabajadores están vivos y, por lo visto a través de la prensa, con mucho ánimo. Sin embargo, el dolor que ha causado esta situación indeseada e imprevista por nosotros, merece que pidamos disculpas por la angustia que se ha vivido en estos días. Ha sido una situación terrible y esperamos que tenga buen término muy pronto", aseguró Alejandro Bohn.

Además, aseguró que todos los bienes de la empresa están disponibles para resarcir el daño que han vivido los 33 mineros.

"Vamos a hacer todo lo posible para poner en disposición de nuestros trabajadores y de nuestros acreedores todos los bienes que tiene disponible nuestra empresa, para concurrir a ellos en todo lo que sea necesario", aseguró el ejecutivo.

Ambos dueños recalcaron que jamás ejercieron presiones indebidas para conseguir la reapertura de la mina, pero sí responsabilizaron al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) por dar luz verde al proyecto.

"Personal de Sernageomin revisó la mina de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. El 23 de mayo de 2008, ya ha pasado casi un año y medio de la paralización parcial de la mina, Sernageomin ya tiene el informe geotécnico completo. Lo analizan, lo estudian, se discute, para que finalmente el 30 de mayo de 2008 se dé la autorización para la reapertura total de la mina San Jose", agregó.

El campamento Esperanza reaccionó a los dichos.

Claudia Lobos, hija menor de Franklin Lobos, dijo que "a estas alturas ni siquiera debieran tener cara para dar sus disculpas. Me parece absurdo que pretendan ahora arreglar algo del daño que han hecho. Los dueños de esta empresa han tenido mucho tiempo para darnos la cara y no fueron capaces. Para mí cada vez que dicen algo sólo agravan la falta".

Angélica Ancalipe, esposa de Osmán Araya, no se tragó los dichos de los empresarios.

"Sus disculpas no van a reparar el tremendo daño que su ambición nos ha provocado, son el colmo. Yo no acepto sus disculpas", dijo con firmeza.

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