En Pucón no se hablaba de otra cosa más que de la formalización de Matías Díaz, acusado del homicidio y descuartizamiento del empresario de 41 años Manuel Gustavo Núñez Rojas.
La trama del triste final del fabricante de tinajas santiaguino, radicado en el balneario de la región de la Araucanía, comenzó a tejerse el 9 de mayo, cuando se supo de él por última vez, según el registro de una cámara de seguridad que lo filmó sacando 150 lucas de un cajero automático.
La familia del entonces desaparecido comenzó una campaña para obtener pistas de Manuel, pegaron carteles, fueron a medios de comunicación e incluso recurrieron a videntes para obtener pistas.
Núñez llevaba ocho meses en el sur en donde se dedicaba a la fabricación y venta de tinajas de madera, pero regularmente viajaba a la capital a ver a su pareja, a su hija y a sus papás.
Un mes y medio antes de su desaparición, Núñez llevó a vivir consigo a Matías Ignacio Díaz Osorio, de 20 años, quién confesó ser el autor del asesinato.
Según su declaración, el conflicto entre ambos se habría originado porque el fallecido lo pilló robando parte de la madera que usaban para trabajar.
El fiscal Jorge Calderara explicó que el imputado "confesó luego de caer en contradicciones con las versiones que él mismo había dado, y con testigos".
El 16 de junio, Díaz dijo que luego de haber matado a Núñez lo habría desmembrado con un cuchillo e informó que parte de su cuerpo estaba en la ribera del río Trancura y la PDI lo encontró. El resto de su humanidad aún no ha sido encontrada.
Defensa
En la formalización la defensa del imputado argumentó que, según Díaz, actuó en defensa propia porque Núñez, supuestamente enojado por el robo, lo habría intentado asesinar con una pistola que disparó.
El joven ladrón libró del balazo, dio una vuelta alrededor de la casa y forcejeó con la víctima, quien de acuerdo al imputado habría recibido un tiro accidental que le causó la muerte.
Ante esa versión el fiscal nos dijo que "no hay ningún argumento que permita concluir que el imputado se defendió, ya que el disparo frontal en la cabeza es limpio y no hay otro elemento en el sitio del suceso que permita concluir que hay dos balazos".
Formalización
Una vez finalizada la formalización, el tribunal determinó que Díaz permanecerá tras las rejas los cuatro meses que dure la investigación.
El papá de la víctima, de su mismo nombre, dijo: "Ojalá Dios lo perdone, porque yo no lo voy a perdonar. Es muy fuerte todo lo que hizo. No tengo odio contra Matías, lo que sí, tengo mucha pena porque sé que no lo voy a ver nunca más".