"Traté de correr, pero lo único que sentía eran más golpes de puños, pies, objetos cayendo al piso, hasta que en ese momento apareció un gendarme y me ayudó a ponerme de pie y nos llevó hasta un lugar seguro; gracias a su ayuda logré salir vivo de esta situación".
Con esta declaración, el preso ecuatoriano Cristián Romero Morales (20) explicó a funcionarios de la Oficina de Seguridad Interna de Gendarmería el incidente que se produjo al interior de la cárcel Santiago 1. Instancia en la que junto a Jonathan Chávez Quinchiguango (21), otro detenido como autor confeso de matar a Margarita Ancacoy, sufrieron tortura por parte de un grupo de reos del penal.
Según reveló La Tercera, Chávez también declaró ante el capitán Niger Durán, jefe de la oficina. "Después de varios minutos de agresiones, un interno nos dice que nos paráramos y corriéramos a la salida, por ello tratamos de correr, pero casi todos los internos nos siguieron y continuaban agrediéndonos, pero justo en ese momento llegó un funcionario de Gendarmería, quien nos retiró del patio, logrando terminar con la golpiza que estábamos recibiendo", dijo, el también ecuatoriano.
"Cuando los internos nos ordenaron correr a la salida y mientras nos golpeaban, el funcionario de Gendarmería nos levantó y nos quitó de encima a los agresores. Gracias a él no sufrimos mayores lesiones", añadió.
GENDARME SE DEFIENDE
Por su parte, el gendarme Héctor Palma cuestionó el actuar de la fiscalía. Esto, mediante una carta que envió a sus colegas ayer. "En vez de que me den una medalla por salvarles la vida a dos internos, estoy privado de libertad", escribió.
