Para el concurso de baile que organizó el coreógrafo Julio Zúñiga, con la colaboración de Gendarmería, postularon 250 chiquillas de la cárcel de mujeres de San Joaquín, y el mismo número de galanes de la ex Penitenciaría.
Entre el lote fueron seleccionadas doce parejas que durante tres meses ensayaron tres veces a la semana para enfrentarse en "Baila libre: el talento no tiene rejas", un concurso inédito en Chile.
Por el lado femenino el jurado fue integrado por Diana Bolocco y Katty Kowaleczko, que quedaron con la autoestima por la estratosfera debido a los piropos de los reclusos que sólo ven mujeres en el diario y en la tele.
Mientras que los hombres que votaron por los mejores fueron Pancho Saavedra, William Geisse, y en representación de la Cámara Chilena de la Construcción (que se puso con lucas) Bernardo Ramírez.
La animación estuvo a cargo de Yamna Lobos, cuyas curvas casi mataron de la impresión a los internos que vieron el show apiñados desde las celdas que rodeaban el óvalo de la cárcel inaugurada en 1843.
A la bailarina el público cautivo le pidió la colita y luego al alcaide Ricardo Quintana le solicitaron beneficios y que moviera su cuerpo al ritmo de: "¡Baila, Quintana, baila!".
Celos
La competencia se extendió por más de dos horas y el nivel de la producción no tuvo nada que envidiarle a los estelares de televisión. Las parejas bailaron al ritmo del tango, reggaeton, swing, onda disco, entre otras danzas.
Al final, los evaluadores determinaron que la ganadora fuera la dupla compuesta por Natalia Carbonell y Manuel Contreras, cuya conformación fue accidentada.
Resulta que la bailarina sólo pudo ensayar con su pareja durante una semana, porque el anterior compadre habría dejado el concurso debido a los celos de su mina, que no le dio permiso.
Pero el poco tiempo de práctica no fue impedimento para que los chiquillos que hicieron una coreografía al ritmo de Hit The Road Jack, deslumbraran al jurado.
El mejor bailarín en la categoría individual fue Cristián Yáñez; un precioso que baila desde chico y que durante la instrucción descubrió “virtudes que no sabía que tenía”.
La ganadora individual fue Fabiola del Canto, una mujer que enterneció al público debido al amor con que fue felicitada por sus niños que esperan ansiosos su pronta libertad.