Fue absuelto en el juzgado de policía local de Las Condes por la primera denuncia de acoso callejero en dicha comuna. Dice que no espera una disculpa de la joven que lo acusó.
Rodolfo Concha Fonseca (34) está aliviado. El oriundo de Concepción se enteró ayer, bien temprano, que el primer juzgado de policía local de Las Condes lo había absuelto por acoso callejero en la comuna.
"Cuando no haces nada malo sientes que no hay problema, pero con esto se limpia mi nombre", confesó.
El hombre, que tiene una hermana menor, se hizo conocido el 23 de mayo cuando fue el primer acusado de lanzar un piropo a una joven en la calle IV Centenario, en Las Condes.
El cuidador de autos -que por ese cambió el rubro- recordó qué sucedió: "Fue cerca de las 17.30 ó 18 horas. Había vendido un poco de ensaladas y pasó ella con el caballero (el papá), pero se demoraron en decirme algo, pasaron 7 minutos cuando él se devuelve para insultarme".
Agregó que "yo me quedé, no me arranqué. El caballero dijo que me iba a demandar por acoso callejero, le dije que hiciera lo que quisiera, nunca sentí que hubiera hecho algo malo".
El abogado de Rodolfo, Marcelo Troncoso Fuentes, detalló que "el parte policial escrito por el carabinero intercala la palabra linda silueta, pero el parte que llega al juzgado dice: "coma más ensalada para que mantenga su silueta". Hay otro papel que se supone dice linda, pero eso no se logró acreditar en el juicio".
Rodolfo detalló que nunca más vio a la muchacha, pero sí al padre. "Me lo encontré en un paradero, pero no sabía qué decirme. Yo creo que estaba arrepentido", aseguró.
Rodolfo, que se vino a Santiago hace seis años, señaló que jamás tuvo la intención de decir un piropo. "Las palabras que dije no fueron un piropo, sino que una frase para ofrecer verduras a una persona, nada más", afirmó.
El abogado Troncoso señaló que justamente ese fue uno de los argumentos que se usó para su defensa. "La jueza desestimó la denuncia porque no encontró que la conducta de mi representado haya cumplido, en parte, una suerte de tipo infraccional; no se cumple eso, se necesitan ciertos requerimientos, como referirse a ciertas partes del cuerpo, debe ser unidireccional, que se menoscabe a la persona, en este caso a una mujer, lo que no ocurrió".
Perdón
Rodolfo indicó que llegó a ese trabajo gracias a un amigo. "Llevaba un año y ya había vendido verduras antes", confesó.
Sobre si volverá o no a decir piropos aseguró que "por lo menos no diré nada más en Las Condes, en las otras comunas no lo sé. Igual yo no soy de andar diciendo cosas que molesten a las mujeres".
El cuidador de autos también se refirió a la normativa: "Igual es bueno, porque hay mujeres que se sienten mal, he trabajado en la construcción y he escuchado que dicen cosas de la cintura para abajo y eso hace sentir mal a una mujer, pero creo que hay que tener un poco de criterio, como lo que me paso a mí. En mi caso, el caballero lo hizo para hacer daño nomás".
El hombre, que vive en la población Los Municipales, en Las Condes, dijo que no espera un gesto o disculpas de la persona que lo acusó: "Ya no lo hizo. Creo que con lo mal que se siente no es necesario pedirle algo más".
Agregó que "espero que no le vaya mal al hombre, no hay que desearle mal a nadie".