Abusó de seis niños en su calidad de instructor de natación, entre abril y octubre del año pasado. El canazo será sólo una parte de su castigo, pues nunca más podrá trabajar con niños.
Torres se mostró tranquilo durante la audiencia. Luego de escuchar la condena de la jueza Eleonora Domínguez, abandonó la sala. Familiares de las víctimas le gritaron "púdrete y muere, infeliz".
Los padres que se encontraban en la sala no podían creer que la justicia dejara en cana por tan poco tiempo al abusador. "Es una sentencia baja, considerando la cantidad de delitos sexuales. Yo no podía esperar menos de 20 años", declaró uno.
Pese a que la investigación del fiscal Ignacio Pinto contempló el abuso de seis víctimas, un apoderado de los niños aseguró que existen más ataques de Torres.
"Manejo antecedentes de que habría más niños, que no figuraron en la causa. Me consta por conversaciones con otros padres de familia", afirmó.
Pese a los piteos, Pinto quedó feliz con los 12 añetes. "El tribunal tiene las facultades para darle entre 10 y 15 años. Sin el apoyo de los apoderados y las víctimas, no hubieramos podido lograr esto", señaló.