Profe acusa que el proyecto de la nueva Constitución sería plagio de la Carta de Bolivia

Proyecto constitucional.
Proyecto constitucional.

Un profesor emérito de la Universidad de Valparaíso publicó un texto haciendo su acusación y definió la propuesta como “una copia servil”.

En este momento, la propuesta de Constitución se encuentra en la recta final de la etapa de armonización, tras lo cual se presentará públicamente el lunes 4 de julio.

Frente a escenario, Lautaro Ríos, profesor emérito de la Universidad de Valparaíso, quien en 2013 recibió el Premio a la Excelencia Profesional, entregado por el Colegio de Abogados porteño, escribió una carta a El Mercurio, la que fue publicada en la edición del jueves (23 de junio).

“Hace un par de meses, después de un estudio comparativo con otras constituciones contemporáneas, descubrí que el proyecto chileno, cuyo texto pasó a la comisión de Armonización de la Nueva Constitución, no era más que una copia imitativa de la nueva Constitución de Bolivia, que estudiaba la comisión de Armonización de la Nueva Constitución”, lanzó el abogado en su carta.

Frente a esa situación de la que se habría percatado, “envié al ‘Diario Constitucional’ un estudio demostrativo de este plagio vergonzoso, que no se condice con la tradicional madurez política del pueblo chileno ni con la reforma destinada a orientar nuestro futuro desarrollo”, continuó.

Hecho eso, relató que, “curiosamente, nadie se ha atrevido a reconocer sus errores y, si uno escucha las noticias acerca de la nueva Constitución, ellas se dividen entre los que están por aprobar el proyecto con retoques de aderezo y quienes se ubican en el campo contrario, pero sin atreverse a rechazarlo”.

“Una copia servil”

Ese escenario “elusivo” ante “un proyecto llamado a marcar la orientación del desarrollo económico y social del país, me ha movido a denunciarla por su falta de honestidad y de compromiso con el futuro de nuestra patria”, remarcó.

Así, definió la propuesta constitucional, la cual se encuentra en el final de la armonización, como una “copia servil de la Constitución boliviana de febrero de 2009, que tal vez sea apta para el pueblo boliviano que la aprobó, pero que resulta una vergüenza para el pueblo chileno, cuya madurez política ha sido reconocida por países de todo el mundo y que responde a una tradición unitaria compuesta por un solo Gobierno, un solo Estado, una sola nación, la que afirma y renueva su identidad en cada elección y cada referéndum en que confirma su veredicto democrático”, declaró.

Dicho de todo eso, remató con que su “opinión terminante”, es votar Rechazo a un “proyecto ajeno a lo que somos y a lo que requerimos para nuestro desarrollo futuro”. Además, llamó a “recuperar el tiempo perdido encomendando a nuestros especialistas en Derecho Constitucional que redacten una Carta que sirva a los intereses y necesidades de Chile, y no imite constituciones extrañas que en nada nos representan”.

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