El astrónomo, ex alumno del internado, aseguró que no volverá al recinto hasta que se repudie públicamente la golpiza que recibió un carabinero.
Rabia, pena y estupor fueron las emociones que desbordaron al profesor José María Maza cuando vio las imágenes donde un carabinero es golpeado en el suelo por alumnos del Internado Nacional Barros Arana (INBA).
El astrónomo y astrofísico más famoso de Chile, es ex alumno del establecimiento y cada vez que debe hablar del violento incidente, la furia hace que hasta se le trabe la lengua.
Hace sólo unos días, el Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999, se tomó las redes y medios de comunicación cuando fue declarado el rockstar del universo.
¿Qué pasó? Protagonizó la charla científica más masiva en la historia del país. Reunió 6 mil oyentes en la Medialuna Monumental de Rancagua. Ahora, vuelve a la palestra por su dura reacción ante la violencia en los colegios.
Porque así es él, no es políticamente correcto. Piensa algo y lo dice no más y este tema lo tiene tomado, según reveló a La Cuarta.
-Profe, qué es lo que más le molesta del incidente en el INBA.
- La cobardía, la violencia de gente tan joven, ¿Cómo es posible que pateen a una persona en el suelo y que más encima está inconsciente? ¿Dónde nos perdimos?
- ¿Le ve salida a este cuento?
- La verdad y tal como dije antes, yo los metería presos a ellos, sus padres y todos los alumnos del INBA que son cómplices silenciosos.
- ¿No es un poco duro?
- Mire, si mi hijo comete una infamia como esa, seguro lo voy a ver a la cárcel, pero sí o sí debe pagar. Qué debemos esperar: que quemen a un profesor, que incendien un colegio con muchas personas dentro y no pase nada porque son niños. ¡No!
- ¿Y qué opina de la expulsión?
- Esos jóvenes no pueden volver a la educación pública, ¿Por qué debemos pagar la educación a gente como esa?
- ¿Y qué hacemos?
- Veamos si el zoológico quiere impartir clases, allá los mando yo. ¡Ah! y sus padres deben pagar su educación y hacerse cargo de ellos y sus destrozos.
- Pucha que tiene rabia, profe.
- Es más yo no regreso jamás a dar una charla o lo que sea al INBA hasta que el alumnado se desmarque de esos seis que cometieron tal brutalidad y repudien el hecho.
- ¿Lo han contactado desde el INBA?
- El presidente de los ex alumnos ya lo hizo y me pidió que los ayudara a pasar este trago amargo, pero yo le dije que no, mientras no haya un cambio en los alumnos. Se da cuenta que lo que nos ocurre ahora es impensable en Alemania o en Estados Unidos. ¿Usted recuerda esos dos niños ingleses de 12 años que secuestraron y mataron un pequeño de dos años? Pues fueron condenados a 15 años de cárcel. Los actos deben tener consecuencias.
-¿No habrá que preguntarse por qué nuestros jóvenes son así de violentos?
- Por supuesto, hay que investigar e intervenir los colegios, saber qué pasa y cambiar las cosas, pero mientras tanto los jóvenes que cometen actos delictuales deben salir. La gente cree que es primera vez que los alumnos tienen reivindicaciones y no es así, siempre ha habido marchas y muestras de descontento, pero, ¿esto?
- ¿Cuándo partió la locura, según usted?
- Lo tengo muy claro. Recuerdo a la niña que le tiró una jarra con agua a una ministra... Muchas cosas han pasado desde ese momento.