La Confech, los profes y otros actores sociales pidieron permiso en la Intendencia para tirar las patas el jueves por la Alameda desde Plaza Italia hasta La Moneda.
El presidente de los maestros, Jaime Gajardo, afirmó que tomarán medidas especiales de resguardo para evitar incidentes mientras se desarrolla la manifestación.
Gajardo dijo que "no predicamos la violencia, tanto por parte de universitarios como de secundarios, y los profesores están tomando todas las medidas para ordenar esta manifestación y denunciar cualquier hecho que nos parezca anómalo o extraño".
Sobre la petición, la intendenta de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez, dijo que "vamos a repetir la buena onda, vamos a repetir el diálogo", en relación al derecho a manifestarse y la seguridad ciudadana.
Eso sí, Ceci advirtió que posiblemente buscarán un "mejor trazado", diferente al solicitado por los manifestantes para evitar que quede la mansaca como en casi todas las marchas anteriores.
En la mañana, la misma autoridad metropolitana había manifestado que "le tengo mucho temor a las marchas el día de semana, no sólo porque altera el orden público, sino porque tras ellas se resguardan encapuchados y delincuentes".
El alcalde Pablo Zalaquett opinó que si fuera por él la marcha no debería realizarse por la Alameda, pero aclaró que él no tiene atribuciones para prohibirla.
Sobre la idea que lanzó el alcalde de sacar a los militares a la calle durante el 11 de septiembre para evitar disturbios, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, dijo que "el orden público se garantiza a través de la acción de Carabineros, y en el caso de aquellos que cometen delitos con motivo de manifestaciones, a través de la acción de los tribunales de justicia".
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, insistió en el diálogo para superar el conflicto estudiantil y recibió a un grupo de parlamentarias preocupadas del asunto.