La condena a Yuri Arteaga Cartagena (24) fue implacable. El prostituto que se publicitaba en la web como "Duncan" y que se cachiporreaba con "un pene de 25 centímetros de largo por 7,5 de diámetro, medibles con huincha", pasará los próximos 15 años de su vida en una celda por robar y violar, junto a dos yuntas, a F.G.C. (23), una dama de compañía que se hacía llamar "Claudia".
Según la madre y algunos amigos de los implicados en los hechos de calle La Macarena, en Las Condes, hay antecedentes que no fueron tomados en cuenta por la fiscalía y que podrían beneficiar a Yuri con, al menos, una rebaja en su condena.
testimonio. "Isidora" trabaja de escort hacía tres años, arrendaba un depa con Yuri y tuvieron un fuerte lazo de amistad. "Él usaba el piso en la noche y nosotras de día. Siempre estaba preocupado de que no nos pasara nada. Era bueno y protector", recuerda la joven.
"Isidora" también conoció a "Claudia" y asegura que, al igual que Yuri, se promocionaba en el sitio www.laestocada.cl, pero no pagaba por la publicidad pues era "pinche" de uno de los administradores y usaba el canje, como ocurre en varios sitios dedicados al rubro.
"('Duncan' y 'Claudia') trabajaban juntos en fiestas swinger. Hacían reuniones con parejas que pagaban 80 mil pesos en calle La Macarena y la plata se la repartían", confidenció.
Por eso le parece raro que ella señalara que no lo conocía: "Era misteriosa y no quería que nadie supiera lo que hacía. Después de lo que pasó, sacaron su aviso de la web y nadie supo más de ella".
Pero la relación que habrían tenido Yuri y F.G.C. no se investigó. "Isidora" no declaró por temor.
SML
Pero si víctima y victimario se conocieron antes del 16 de abril, poco importa para acreditar la violación. Lo que sí es fundamental es el peritaje del Servicio Médico Legal.
En el caso de F.G.C., el informe señala que la víctima presentaba un síndrome ansioso reactivo y escoriaciones leves en brazos y muñecas, lesiones propias de un ataque sexual. Pero hay un detalle: La mujer posee "himen complaciente" y "no presenta lesiones después de tener relaciones sexuales violentas o forzadas", reza el informe.
¿Cómo se acreditó la violación sin pruebas concluyentes? José Luis Escobar, otro de los imputados, dijo en el juicio que vio a Yuri bajarse los pantalones y poner a la joven en diferentes posiciones: "La puso de lado y a lo perrito", aseguró. Los fiscales Ricardo Gertosio e Ignacio Pinto pidieron 20 años para Escobar, pero su condena quedó en seis.
"Mi hijo cometió un error, pero de ahí a cometer violación es mucho. Sólo le dieron crédito a lo que ella habló. No hay pruebas. Ella hizo show", dice la madre de Yuri, Rosa Cartagena.
La mujer anunció que el abogado Andrés Rojas pedirá la nulidad del juicio esta semana.
ARRIESGA OTROS 60 AÑOS A LA SOMBRA
Al margen de la reciente condena, Yuri arriesga otros tres canazos por delitos con penas que pueden llegar cada una a los 20 años de presidio.
La fiscal Centro Norte especialista en delitos sexuales, Paula Trisotti, lo investiga por otros robos con violación a prostitutas ocurridos en un hotel de calle Santo Domingo, un mes antes de los hechos de calle La Macarena y con un modus operandi similar al usado contra F.G.C.
Trisotti explicó que las tres víctimas están en calidad de "reservadas", pues todavía tienen temor.
El fiscal jefe de delitos violentos de la Fiscalía Centro Norte, Patricio Cooper, también se encuentra investigando los antecedentes del caso.
DESCARNADO RELATO DEL ULTRAJE A LA PROSTITUTA
Según el Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, el 16 de abril de 2008 Yuri Arteaga (23), José Escobar (19), alias "El Palo", y J.A.B. (16) llegaron hasta el cuarto piso del condominio ubicado en La Macarena 156.
En su declaración, Yuri indicó que el grupo fue a cobrar una deuda de 80 lucas que supuestamente debía la prostituta "Claudia" por un trabajo swinger. "Si no me pagaba a la buena, lo haría a la mala", dijo en el estrado. Llamó por teléfono a la joven y pactó una atención.
"Claudia" abrió la puerta y fue al baño, pero le pusieron un cuchillo en el cuello, la ataron de pies y manos con cinta adhesiva, le metieron un paño de cocina en la boca y bajaron sus pantalones y ropa interior.
Los dos acompañantes de Yuri guardaron las especies robadas en una maleta y dos bolsos, y antes de irse éste la amenazó: "Como no tenís plata, te voy a violar".
"Duncan" caminó al dormitorio, se bajó los pantalones, se puso detrás de ella, la obligó a masturbarlo, sacó un condón, echó crema en su vagina y la violó.
Luego fue el turno de J.A.B. El menor la amenazó con una pistola mientras le tocaba los senos y glúteos. "Quédate callada", le decía, según reseña el fallo.
Antes de partir, el trío llamó a la empresa de radiotaxis Quinta Normal y se fue en el móvil "08" con un botín consistente en un lector de cidís, un disco duro, un teclado y un mouse, una cámara digital Kodak, un trípode dorado, celulares, un PlayStation con cuatro juegos, una CPU y dos polerones.
Cerca de las 9 de la noche el móvil dejó al grupo en la casa de Yuri, quien pagó 6.600 por la carrera.
"La hiciste gritar", "te gusta hacerlo así", "te fuiste al chancho", "nos fue bien" y "repartámonos las cosas", eran los comentarios que el grupo hizo en el auto.
"Fue una carrera extraña", dijo el chofer Patricio Santelices al dueño de la empresa de transportes, Óscar Toro. Al otro día, mientras veía las noticias, el conductor se dio cuenta de la razón de los comentarios. De inmediato fue a la comisaría y entregó los antecedentes.
En casa del Yuri se hallaron las especies robadas y él mismo colaboró para detener a los otros sospechosos. La justicia demoró menos de un día en resolver el caso.
TIENE MENTE SECA PA' LOS NÚMEROS, PERO CERO EMOCIONES
Al margen de la condena por robo con violación, la historia de Yuri es sorprendente. Hijo de un connotado periodista del sector policial, el joven es el segundo de tres hermanos. El mayor padece autismo y el menor es un estudiante de Leyes que ingresó a la universidad con uno de los puntajes más altos de su promoción.
La personalidad introvertida fue un rasgo que lo acompañó desde la niñez. Rosa, su madre, declaró a La Cuarta: "Era muy inteligente para algunas cosas, pero caído del catre para otras".
Andrea Bahamondes, psiquiatra del Servicio Médico Legal, quedó impactada al examinar a Arteaga. En una de las pruebas le pidió multiplicar "4.682 x 482" y el joven se demoró segundos en dar el resultado exacto.
"Recordaba todos los números que veía. Siempre tuvo muy buena memoria", contó la madre.
Recién cuando tenía 23 años la familia se enteró que el hoy condenado padecía el "Síndrome de Asperger", que se caracteriza por una incapacidad en reconocer aspectos emotivos de las personas y la habilidad de concentrarse en actividades ordenadas. Muchas veces evitan el contacto visual con otros.
OJOS BIEN CERRADOS
Fue esta característica la que se manifestó en el juicio. Yuri ingresaba al juzgado en compañía de un gendarme que lo guiaba. Desde que fue víctima de una golpiza en el penal Santiago 1 nunca más abrió los ojos.
La oftalmóloga Lupe Salado demostró que Arteaga podía ver como una persona normal. "Tiene daños, pero por una alta miopía; ve mal, pero ve", explicó. Sólo mantiene los ojos cerrados para no ver el hoyo donde cayó.
Claudio Sanz S.