La primera de tres ceremonias de despedida estuvo marcada por los pedidos de justicia de la familia y el clamor por la lucha racial.
Una emotiva y gran ceremonia privada se vivió en el funeral de George Floyd, realizado en la tarde de ayer en la ciudad de Minneapolis.
Si bien este fue el primero de los tres homenajes preparados en su nombre, al menos seis ciudades se iban a sumar a la despedida de quien inspiró un movimiento nacional, que se cuadró exigiendo justicia por su muerte.
La ceremonia fue dirigida por el reverendo Al Sharpton, quien también tuvo duras críticas por cómo falleció Floyd.
"Quiero que no nos sentemos aquí y actuemos como si tuviéramos un funeral programado. George Floyd no debería estar entre los fallecidos. No murió por problemas de salud comunes. Murió por un mal funcionamiento de la justicia penal estadounidense", dijo Sharpton.
Si bien la ceremonia se realizó en orden, las muestras de cariño y protestas se dejaron ver en muchas ciudades de Estados Unidos, buscando justicia en el caso que abrió los ojos del mundo.
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