"Psicópata enamorado" se jura un metrosexual

No tiene el rostro de David Beckham, tampoco las calugas de Cristiano Ronaldo y menos la voz de Romeo Santos, pero Santiago Valencia Dinamarca, conocido en el mundo del hampa como el “Pastilla”, se jura rico y durante toda su carrera delictual se las dio de galán.

Así no más lo echó al agua su ex esposa, Patricia Carrasco, quien contó detalles de la tormentosa vida que le tocó vivir junto al lanza, que, según la Fiscalía, en el último año asaltó, al menos a 65 personas en los sectores de Pío Nono, el Barrio Universitario y Estación Central.

“Él siempre fue una persona muy preocupada por su aspecto físico. Era vanidoso y siempre quería destacar por sobre los demás cabros de la población La Pincoya. Pero es un infeliz y se empezó a volver loco”, desclasificó la mujer.

La mayoría de las personas que lo denunciaron, acusan que, al robarles, les exigía caminar de la mano como si fueran pareja y cuando las liberaba les pedía que se despidieran con un beso y señalaba que le gustaría conocerlas.

Paty confesó haberse enamorado perdidamente de él cuando tenía 15 años, pues era romanticón y tenía sus cositas. Sin embargo, cuando se metió en la pasta base todo se derrumbó.

“El Chago empezó a consumir drogas y salía a robar bien arreglado. Siempre andaba con joyas y billeteras de mujeres y se ponía loco, hasta que un día lo pillaron y cayó preso”, dateó.

Se quebraba

En la población, los vecinos que conocieron de potrillo a SantiagoValencia dicen que siempre se jactaba de sus robos.

“Cuando salía, siempre se jactaba de robarle a mujeres y contaba que se ubicaba detrás de ellas para amenazarlas con un clavo”, dijo Isabel Maforte.

Cayó preso por ser alumbrado

Personal del OS9 de Carabineros tenía terrible funado al “Pastilla”, pues se sabían de memoria los lugares que frecuentaba para cometer los delitos con mujeres de 15 y 20 años. Por eso, el delincuente optó por apretar cachete a la V Región y en Viña del Mar volvió a hacer de las suyas.

Sin embargo, el carnaval se le acabó cuando se alumbró y trató de intimidar a una mujer en la Ciudad Jardín, pues ella le salió más choriza y no dudó un segundo en acusarlo a efectivos policiales, quienes al controlar su identidad cacharon que tenía causas pendientes.

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