El calentamiento global ha traído como una de sus consecuencias la falta de lluvias en gran parte del planeta. Para contrarrestar este problema, la energía solar y eólica aparecen en el horizonte como las opciones para frenar la sequía.
Sequías extremas, lluvias torrenciales, huracanes, incendios forestales, hambre, pobreza y destrucción: estas son solo algunas de las terribles consecuencias que el cambio climático ha provocado en nuestro planeta.
De hecho, una investigación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU reveló que la Tierra podría cruzar el umbral crucial de 1,5 grados Celsius -por encima de los niveles preindustriales- en solo 12 años, lo que conllevaría a una "catástrofe global".
Para darle un respiro a nuestro maltratado planeta, y de acuerdo con los especialistas en el tema, el mundo necesita cambios rápidos y de gran alcance.
En esta línea, el carbón en la producción de energía está generando a largo plazo que las lluvias sean más escasas (debido al calentamiento global) y con ello extendiendo la sequía. Para contrarrestrar esto, las energía renovables, y en especial la energía solar y la eólica, aparecen como una salvadora solución en la disminución del consumo de este combustible, y con ello reducir las emisiones de gases contaminantes.
Agua bendita
La energía solar fotovoltaica colabora de forma directa en la generación de las condiciones climatológicas ideales para la proliferación de las lluvias. ¿De qué manera? Los paneles solares reducen el reflejo de la luz, elevando ligeramente las temperaturas, y produciendo una retroalimentación positiva respecto a la radiación que incide sobre la vegetación.
Jorge Leal, country manager de Solek Group, comenta que "afortunadamente, las energías renovables no convencionales, como la energía solar, están jugando un rol cada vez más preponderante, y esto es una gran noticia no sólo para el medioambiente, sino que para el país, que tendrá una matriz mucho más descentralizada".
Por otro lado, sobre el funcionamiento y beneficio de la implementación de los parque eólicos, el experto en ERNC (Energía Renovable No Convencionales) explica que estos aportan aire más caliente, lo cual puede aumentar la evaporación y el crecimiento de las plantas. Este intercambio de aire caliente también puede duplicar la cantidad de precipitación diaria.
Según la protección de algunos estudios, tanto una como otra tecnología generarían aumentos en las precipitaciones de aproximadamente un 50%. Pero lo mejor es combinarlas: el despliegue conjunto de parques eólicos y solares provocaría que las precipitaciones pudieran llegar a incrementarse en un 150%.
Chile en 2019: año clave para la transición energética
El cambio climático y la seguidilla de alzas en los combustibles han hecho que la generación de energías con bajo impacto ambiental deje de ser un anhelo, y se transforma en una obligación para la preservación del entorno.
Entonces, ¿cómo enfrentar este desafío? Chile, a lo largo de su territorio, posee las condiciones perfectas para alojar grandes proyectos de energía renovables.
Jorge Leal, representante de Solek, aclara que "estamos en una época crucial, donde no solo vamos a definir el destino de nuestros recursos, sino que seremos juez y jurado del medioambiente; todos podemos cooperar con pequeñas acciones, y como grupo de inversión en energía solar, queremos ser parte del cambio", finaliza.
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