A los problemas de hidratación, se suma el ataque de los parásitos "chupa sangre", que amenazan con dejar secos a los animalitos. Expertos aportan datos para proteger a su regalón.
Las altas temperaturas y la falta de agua son factores que pueden desencadenar en los felinos golpes de calor, los que de no ser tratados a tiempo, pueden generar graves consecuencias de salud, e incluso la muerte.
En los gatos, la alimentación es parte fundamental en la hidratación. Si es basada en alimentos secos, estos contienen sólo entre un 7% y un 12% de agua. En cambio, si la dieta apunta a alimentos húmedos, se incrementa en un 80%, por lo que es fundamental siempre mantenerle acceso a agua a la mascota, de forma que pueda aumentar su ingesta.
Con la intención de ayudar y educar a los dueños, Carolina Figueroa, médico veterinaria de Royal Canin, recomienda lo siguiente para hidratar al minino cuando el calor agobie.
- Comida húmeda. Siempre es importante alimentar al menos una vez al día al gato con comida húmeda. Esto influye en la calidad de sus heces y nutrientes necesarios para su dieta.
- Ambiente fresco. Manténgalo en habitaciones ventiladas y que no estén expuestas directamente al sol. Además, motivarlo a permanecer más tiempo en las áreas como el baño y la cocina, lugares que generalmente cuentan con baldosas y que son más frías que otro tipo de material.
- Peinar y aplicar bloqueador. Cepillar al gato, en especial a los de pelo largo, es ideal para evitar la acumulación de este, que es el principal factor que concentra el calor en su cuerpo. Por otro lado, en gatos de colores claros o con áreas blancas, es muy importante protegerlos con una fina capa de bloqueador solar, en zonas como la nariz y detrás de las orejas.
Dos enemigos de las mascotas. Las cochinas garrapatas y pulgas representan un riesgo de salud para perros y gatos. A través de sus mordeduras, estos parásitos pueden inocular microorganismos en el torrente sanguíneo que provoquen hemorragias, fiebre y otros problemas de salud.
La Ehrlichia de la garrapata café, al ser inoculada a través de la mordedura en el torrente sanguíneo del perro, puede provocarle microhemorragias internas a nivel ocular, en encías y en articulaciones que pueden llevar incluso a la cojera del can. En algunos casos, puede hasta causar anemia.
En perros, además es común la alopecia provocada por dermatitis alérgica a la picadura de pulga, cuya saliva tiene sustancias irritantes. Estas alergias son más frecuentes en canes con piel sensible, como los pug y bulldog. De tanto rascarse debido a la picazón, pierden pelo en forma de T en la zona de la cola, donde se instalan frecuentemente los parásitos. En algunos casos, se genera una herida con bacterias y secreción, lo que es más común en Golden retriever, labrador y pastor alemán.
¿Y los gatos? Al igual que el perro, el felino puede sufrir dermatitis alérgica provocada por la picadura de la pulga, ocasionándole caída del pelaje.
En el gato, la picadura de la pulga también puede inocular la enfermedad "micoplasmosis infecciosa felina" (conocida como "anemia infecciosa felina"), que causa hemorragias internas, mucosas amarillas en ojos y encías, inapetencia y decaimiento, pudiendo provocar incluso anemia severa y la muerte.