Puñalada en el cuore acabó con vida de joven papi estudiante de técnico en enfermería

De una certera estocada en el corazón con un arma blanca, murió el estudiante de Técnico en Enfermería, y padre de un peque de 3 años, Daniel Ignacio Moraga Moraga (23), mientras carreteaba en la disco Delphos, en el Barrio Bellavista.

Según familiares de la víctima, el "Dani" salió la noche del viernes de su casa en calle Pedro Lagos junto a su compipa, conocido como el "Eme" y otro amigo más hacia el local, con la intención de distraerse y olvidarse de las responsabilidades cotidianas de la semana.

Schlomit Forges, prima de la víctima, relató que avanzada la madrugada, su pariente se encontró con "El Bufón" - identificado por la familia con las iniciales M.A.S - dentro del local de baile. Forges, sostuvo el tipo, es un conocido pandillero del barrio Franklin y que habría provocado reiteradamente a su víctima porque "le tenía mala".

"El 'Eme' me contó que a eso de las dos de la mañana con 55 minutos, mi primo junto a su amigo se toparon a la salida del baño de la disco. Y allí se produjo un forcejeo entre ambos que no pasó a mayores", detalló Schlomit.

"Al avanzar algunos metros, mi primo se percató que durante el forcejeo le propinaron una herida cortopunzante en el corazón y antes de caer desmayado, le mencionó al 'Eme' que lo apuñalaron", señaló la prima del fallecido.

Según testigos del lugar, una vez que Daniel Moraga cayó inconsciente en medio de la disco producto de la herida en su corazón, fue trasladado por Carabineros hasta el Hospital San José, donde falleció a las 4 de la madrugada con 10 minutos.

Según la versión de Forges, Daniel y el presunto victimario, se conocían del barrio y nunca se habían llevado bien. Incluso ya habían tenido intercambio de palabrazos. La prima agregó que la enemistad sería producto del capricho y no provocada por un hecho en particular.

Según la madre de la víctima, Aurora Moraga, el joven se ganaba la vida como ejecutivo de ventas de una conocida cadena de farmacias y los porotos que conseguía con su trabajo los utilizaba para pagar sus estudios y para darle alimento a su hijito de tres años.

"Es verdad que a mi hijo le gustaba ir a fiestas y tenía su carácter, pero él no era de andar metido en peleas, era más bien tranquilo, alegre y preocupado por sus estudios", lo describió acongojada su mamá.

"Daniel era mi único hijo varón y no se merecía lo que le hicieron, él nunca tuvo problemas con la justicia, a los 18 hizo el servicio y siempre fue un buen niño", agrega Aurora.

"Pero nosotros como familia seremos incansables en buscar justicia", sentenció la mujer.

Hasta la hora de cierre de esta edición, el principal sospechoso del crimen se encontraba prófugo y era intensamente bsuscado por la policía.

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