El ministro de Salud, Enrique Paris, informó que en el país ya se han detectado personas contagiadas con la llamada “variante sigilosa” del bicho.
Con la confirmación oficial del ministro de Salud, Enrique París, es un hecho que la subvariante Ómicron 2, ya está presente en el país, y ya registra personas contagiadas. “Ya tenemos una Ómicron 2, hemos detectado 3 casos en Chile”, señaló. En rigor, se trata de la subvariante BA.2, para diferenciarla de la original, BA.1.
La cepa, llamada “variante sigilosa”, está aún en investigación, de hecho a fines de enero la OMS había solicitado priorizar los estudios de la misma. Por ahora se desconoce su origen, pero se han detectado casos en latitudes como Australia, Reino Unido, Estados Unidos, y europa occidental. En su informe del 15 de febrero, la OMS detalló que ya dominante en zonas como China, India, Dinamarca, Pakistán o Filipinas.
Se estima que esta variable podría llegar a ser la predominante a nivel mundial, pues sus mutaciones la han vuelto todavía más contagiosa que la original; la OMS estima que es un 84 % más transmisible que la BA.1.
“La subvariante o nuevo linaje de la variante Ómicron, es más transmisible que la primera y está convirtiéndose en predominante en algunos países del mundo como en Dinamarca. En EE.UU. ha ido creciendo pero representa un porcentaje menor de los casos y también podría ocurrir en nuestro país” explicó a Qué Pasa el Dr. Carlos Pérez, Infectólogo Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián.
En principio, se decía que la subvariante no era detectada por los test. Sin embargo, la OMS aclara que en su informe que la variante BA.2 es detectada por los test de antígenos y PCR al igual que la BA.1. El organismo indica, además, que las vacunas son todavía efectivas contra esta.
Respecto a la gravedad de los contagios, la OMS detalla en su mentado informe, que estos no han generado curvas de ascenso en las cifras de personas hospitalizadas; por el contrario, con esta subvariante, se han detectado tendencias a la baja o bien a mantenerse en los niveles anteriores. Por ello, concluyen, no parece plausible que genere formas más graves del bicho.