Esta misteriosa palabra que se hizo viral ya es de uso cotidiano en las redes sociales. Es una contracción de la pregunta "¿dónde estás?", y es un claro ejemplo de cómo nuestra lengua ha mutado de la mano de la tecnología.
A lugares que jamás imaginamos y velocidades impensadas hace unos años. Así de lejos nos está llevando la tecnología, que gracias a la masividad y la potencia de comunicación de las redes sociales, consigue que cualquier cosa que ocurra en un lugar, se viralice al instante y sea tema de conversación en otro punto del planeta.
"Era algo que tenía que pasar, era inevitable. Creo que desde los años 70, cuando se empezó a hablar de la Aldea Global, sabíamos que era algo que pasaría, pero creo que jamás imaginamos el alcance real", analiza Jaime Campusano, el famoso "Profe", experto en nuestra lengua y su constante evolución.
Este fenómeno, que hoy nos tiene adaptando y usando términos y vocablos típicos de los mexicanos o de los boricuas -sobre todo entre los millennials y menores-, logró amplificarse gracias a las redes sociales, que hoy nos nutren de una cantidad impensada de contenidos.
Para Campusano, "hay que dejar en claro que no sólo las corbatas se iban a hacer más delgadas con el tiempo. Lo que iba a cambiar sería todo. Esta es una revolución y el lenguaje también tenía que mostrar modificaciones", reconoce.
El misterioso "¿ontas?". Hace unas semanas, todas las redes sociales estaban regadas con cinco letras que pocos entendían: "¿ontas?". Para muchos, un ridículo jeroglífico, pero todo tomó más peso cuando Selena Gomez y J Balvin empezaron a usar la palabra, cuya autoría se la pelean boricuas y mexicanos.
Hasta dos canciones urbanas la llevaron como título, una de C. Tangana y otra de Alex Rose, y recién ahí algunos agarraron el sentido. "¿Ontas?": contracción de "¿dónde estás?".
"¿Ontas? Te pago el Uber". Esa era la frase completa con la que se contextualizó el viral, y que hizo que varios se pegaran el alcachofazo.
Lo que para muchos podría ser un asesinato al español, el "Profe" Campusano lo define como "algo natural". De hecho, profundiza que "no es nuevo, y los chilenos somos expertos en eso".
Sobre la preocupación de los padres de que los menores estén usando estas "claves", el maestro le baja el perfil. "El lenguaje está evolucionando constantemente, eso no es lo preocupante: nos comemos letras hace tiempo. Nadie dice cabeza, ya es caeza, sábado es sáao y te miran feo si pronuncias la 's' de mismo. Eso es así. ¿Qué me parece de verdad grave? Que los padres no sepreocupen de reforzar la comunicación. No es posible que dos niños que están en la misma pieza pasen con la cabeza gacha, pegados a una pantalla y chateando entre ellos mismos", cerró Campusano.