Debido a la crisis que se vive en Ucrania luego de que Rusia decidiera invadirla, vuelve un debate que nació en plena la guerra fría.
A casi tres semanas del inicio del conflicto los ataques se están volviendo más constantes y mortíferos. Hace unos días Joe Biden aseguró que si la OTAN llegara a involucrarse significaría automáticamente la tercera guerra mundial.
Al respecto, Vladímir Putin comentó que tenía las cabezas nucleares ya preparadas, sin guardar mucho respeto hacia las consecuencias que podría significar para el mundo y la humanidad una guerra nuclear.
Un pequeño conflicto nuclear
El debate respecto a las guerras nucleares realmente nunca se fue. La carrera armamentística que existe entre India y Pakistán por ejemplo, podría tener consecuencias globales a pesar de que se trate de una guerra local.
Bajo un hipotético escenario de una guerra nuclear entre estos dos países, donde solo se pondría a disposición el 1% del arsenal nuclear disponible en el mundo, se emitirían 5 millones de toneladas de hollín a la estratosfera.
Esto quiere decir que las armas nucleares le pondrían a las capas altas de la atmósfera una gran cantidad de aerosoles tóxicos que bloquearían la radiación solar. Como consecuencia de eso, la temperatura global disminuiría 1,8 °C y el posterior oscurecimiento y enfriamiento afectaría profundamente a la producción de todo el mundo de maíz y trigo, bajando en un 13%.
Esta problemática no afectaría a todos los países del mundo de la misma manera, sino que a los que están en la zona templada del hemisferio norte, o sea países de Europa, a Estados Unidos y China.
La producción agrícola en esta zona disminuiría entre un 20 y 50%, lo que significaría una enorme hambruna la cual tendría impactos globales en un tiempo aproximado de 15 años. Terminado ese plazo, se retomaría con la crisis climática existente a día de hoy.
Guerra nuclear en todo el mundo
Un conflicto nuclear entre Estados Unidos y Rusia en el que se usaran 4.400 bombas de 100 kitones, los cuales son equivalentes a miles de toneladas de TNT, inyectaría a la estratosfera 150 millones de toneladas de aerosoles. Esto bajaría la radiación solar y la temperatura del mar disminuiría a 6,4 °C. Las armas mencionadas equivalen a aproximadamente la mitad del arsenal que existe en la actualidad.
Pasado los dos primeros años desde la guerra, la producción de alimentos disminuiría en un 80% aproximadamente. De hecho, en la zona templada del hemisferio norte podría llegar a un 99% menos.
A nivel humanitario y de forma directa, fallecerían 770 millones de personas tras el lanzamiento de las bombas, de hecho, muchas de ellas serían completamente vaporizadas. Asimismo, quienes sobrevivan se enfrentarían a un invierno nuclear.
En la zona templada se tendría menos del 1% de los alimentos que se producen actualmente. A pesar del inminente daño recién mencionado, se cree que la especie humana podría sobrevivir, a diferencia de lo que sucedió con el meteorito de Chicxulub que terminó con los dinosaurios a finales del cretácico.