Puede que ya no esté enchufando como antes, pero el talenturri de Marcelo Ríos sigue intacto. Sí, es cierto que en la actualidad el pellejo tatuado sólo le da pa' competir en el circuito de tatas, pero igual el ex número uno del orbe anda con diente largo y ya se alista p'alcanzar la corona del torneo de Barcelona.
Y es que en su segunda mocha descharchetó al franchute Cédric Pioline, por parciales de 3-6, 6-3 y 10-7, y hoy debía definir el paso a la final frente al español Sergi Bruguera, su rival en el último duelo del Grupo Azul, quien abandonó el campeonato por una yaya en la rodilla y sin poder defender el bicampeonato.
Pero ojo, pues si bien Marcelo Ríos tuvo un debut papita ante el otto Carlo Uwe Steeb, el pleito con el galo resultó más difícil que pillar a Longton leyendo un libro, pero al final su vitalidad y perfecto estado físico lo convirtieron en el güiner.
AYAYAY
"El partido fue muy difícil, ya que Cédric es un jugador con el que siempre me ha costado jugar. Tiene mucho ritmo, mucha mano y saca muy bien, me cuesta entrar en juego con él, pero físicamente estoy un poco mejor, así que pude terminar bien el partido", señaló el ex pierno de la Pata Larraín.
¡Y pucha que es cierto! Sí, pues en el primer set el panorama pintaba pa' nublado con precipitaciones, pero en la segunda patita la sensación térmica mejoró y la mente del Chino pasó de parcial a despejada en cuestión de minutos. Así, se quedó con la manga y cerró el partido con un súper tie break.
¿Y ahora? El ex top guan aguarda por su rival para la final de mañana, donde espera sumar un nuevo trofeo a su palmarés de tatitas, que ya alcanza a seis títulos. Anote: En la temporada 2006, Ríos roncó en Doha, Hong Kong, Algarve, Graz-Seiersberg, París y Eindhoven.
