Guzmán trabajaba desde hace siete años en la peluquería Verdini, famosa por atender a celebridades. Ahora es intensamente buscado tras haber asesinado a su compañero de trabajo, Germán Medina.
Verdini, reconocida peluquería del barrio porteño de Recoleta en Argentina, se convirtió en foco de una tragedia esta semana.
Eran pasadas las 20 horas del miércoles cuando uno de los peluqueros, Abel Guzmán (43), le disparó en la cabeza a su compañero de trabajo, Germán Medina (33), provocando su muerte inmediata. El sujeto se dio a la fuga por la ventana del local y hasta ahora es intensamente buscado por las autoridades de Buenos Aires.
Las cámaras de seguridad instaladas dentro del local permitieron registrar la escalofriante escena. En las imágenes se ve que varios empleados estaban simplemente conversando dentro de la peluquería. Sin embargo, en cosa de segundos, el sujeto sacó un arma.
Verdini relató una situación similar. “En un momento nosotros estábamos sentados hablando, él se acercó y dijo que quería hablar. Le dijimos que hablábamos mañana y ahí sacó el arma. Yo no lo podía creer, nunca hubo un clima tan tenso para que saque un arma. No hubo pelea, no hubo piñas”, relató Facundo Verdini en diálogo con el programa Arriba Argentinos.
Si bien el dueño de la peluquería intentó tranquilizarlo, aquello no sirvió. Guzmán le ordenó que se sentara y le dijo a una compañera que no gritara o le iba a “volar la cabeza”. Poco después, ejecutó de un disparo a la víctima.
Qué se sabe de Abel Guzmán
Guzmán trabajaba desde hace siete años en la peluquería Verdini, famosa por atender a celebridades. Se especializaba en el tratamiento con keratina.
De acuerdo a Infobae, es oriundo de la provincia de Santiago del Estero y cuenta con una larga trayectoria en salones de belleza.
Desde hace un tiempo que el estilista venía comportándose de forma extraña, han relatado testigos. En diciembre de 2022, el estilista había compartido una curiosa publicación en las redes. “Vivimos sufriendo, renegando. Nos traumamos juntos. Somos los traumados”, se le oía decir.
“Era medio raro. No te ibas a imaginar que podía matar a los compañeros, pero sí noté que era muy observador de todo lo que pasaba en el local”, comentó una clienta del local a Clarín.
Mientras tanto, el dueño de Verdini aseguró que era “muy amable con las clientas”, pero que cuando se trataba de hablar con sus compañeros de trabajo, “hablaba diferente, tenía otra forma de hablar”.
En el día del asesinato lo notó diferente en comparación a otros otros días, debido a que se había rapado completamente el pelo. Nunca antes lo había hecho.
Cristian Benítez, abogado de la peluquería Verdini, aseguró a TN que una posible competencia entre los dos coloristas puede haber sido el móvil del crimen.
“Puede ser un tema de egos o cuestiones personales por cumplir la misma función”, dijo el abogado, ya que a Medina le estaba yendo a mejor que Guzmán en el último tiempo.
Desde la familia de la víctima también indicaron que habían roces laborales entre los dos. Marina, hermana de Germán, explicó que el asesino “le reclamaba mucho por el tema de las clientas”, dado que Medina “era carismático y las mismas clientas iban a atenderse con él”.
“El dueño sabía de esos roces. Para mí tenía que haber intervenido”, complementó Mónica, la madre de Germán.
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