Tutankamón fue un faraón que subió al trono de Egipto en el 1360 antes de Cristo, cuando tenía apenas 10 pepas.
Su reinado duró 8 calendarios solares y tuvo menos brillo que piso de tierra. Murió antes de ser mayor de edad. Debido a esto, algunos historiadores especulan que a Tutankamón se lo pitearon en un motín palaciego.
"Tut" habría pasado sin pena ni gloria, si no fuera por el hallazgo de su tumba por parte de Lord Carnarvon y Howard Carter en noviembre de 1922.
Fue la noticia del año. Todos hablaban de Egipto y el faraón-niño, pero en abril de 1923, Lord Carnarvon estiró la pata por culpa de una picadura de mosquito y quedó la crema.
Se dijo que su tumba estaba maldita y que todo el que se acercaba, moriría. Esa mala fama dura hasta nuestros días, aunque se demostró que la pobre momia era inocente.
TESOROS
A partir del 7 de julio y por primera vez en nuestro terruño, estará la muestra "Tesoros de Egipto" en el Boulevard del Parque Arauco.
La exposición está compuesta por más de 300 piezas de gran valor arqueológico. La máscara mortuoria de Tutankamón, hecha toda en oro puro y que sale en todos los libros de historia, es la principal atracción del evento.
El arqueólogo y curador del brillo, Cristóbal Oyarzo, contó al diario pop que "la muestra es completa, porque hay objetos de distintas fases de la historia egipcia. Algunos tienen hasta 4 mil años de antigüedad".
- ¿Y está la máscara de Tutankamón? ¡Qué miedo!
- Eso es un mito. Los descubridores de la tumba murieron por culpa de una bacteria que estaba alojada en el lugar. Pero no hay tal maldición.
- Es pa' mirarla de lejos.
- Exacto. Estará detrás de una vitrina para protegerla y por seguridad, ya que posee un valor incalculable.
DIOS DE LA FERTILIDAD ES DE VERDURA
Otro de los objetos que causará sensación en la muestra, es la estatua del dios de la fertilidad, Min.
El mito cuenta que Min era un cojo que no pudo ir a la guerra con una aldea vecina. Le tocó la malacue de quedarse solo con las féminas de su pueblo.
Como el socio no tenía ni un pelo de leso, le dijo a las evas que recibió una revelación divina: Todos los hombres habían muerto y la única salvación de la aldea era que se acostaran con él.
En vez de mandarlo a la chuña, las mujeres aceptaron su propuesta indecente, por lo que todas quedaron embarazadas.
Pocos meses después, regresaron los hombres y cuando cacharon que Min les comió la color, lo único que querían era venganza. En castigo, le cortaron un brazo, pero como las guagüitas nacieron fuertes y sanitas, cuando murió lo convirtieron en dios.
Por esto, Min es representado en templos egipcios como un hombre sin un brazo, sin una pierna, pero con un miembro descomunal, similar a nuestro clásico Indio Pícaro.
