Aunque tenga que aguantar que todas las semanas le recuerden que su talento le da "color esperanza" a Iquique, a Diego Torres es lo que menos le importa.
Sí, podría demandarlos por la talla fomeque, pero al final el volante sabe que su nombre es más familiar que pizza del Bichi Borghi, pues aparece cuando los dragones más lo necesitan, tal como ocurrió ayer.
Loree: en el minuto 47 de la mocha entre Iquique y Gremio, por el grupo 8 de Copa Libertadores, Pedro Rocha bajó a Bielkiewicz cerca del área y el che, que canta en la ducha, agarró la pelota y se puso en posición, convencido de que podía vacunar al candado Grohe.
El marcador, por siaca, ya estaba 1-1.
¿Y qué ondi? Imagine darle el bajo a unos panqueques con harto manjar tipo 2 de la mañana.
Sacando la cara por Chile
También sirve el ejemplo de una piscola. Pues bien, el pepón de Torres fue más exquisito que todo eso. La barrera quedó atornillada y el arquero se tiró pa' la pura foto, desatando la alegría de toda el país.
Es que para Iquique fue más que dar la "sorpresa" al vencer a un grande del continente. Fue saber que se puede, quitarse los miedos y sacarlos afuera, ¿cierto?
Y claro, pues la victoria clasificó automáticamente a los celestes a la Sudaca y, lo mejor, los deja con chances de avanzar a octavos en la Libertadores, independiente de lo que pase hoy entre Zamora y Guaraní.
Lo único rarífico del tema fue que, tras el triunfo, el DT Jaime Vera, el mismo que en el viaje a Brasil contó que "veo pocas opciones ante Gremio, estamos recién conociendo la Copa", ayer se puso chorizo.
"Es una pena que cuando se analice la Copa se olviden de nosotros. No es raja lo que está pasando con este equipo, estos jugadores están haciendo historia", soltó el "Pillo".