En estos tiempos en que todo sube, a la hora de elegir con qué alimentarnos muchos han comenzado a mirar las bondades de nuestro mar, como las algas.
Si bien antes el cochayuyo y las cholgas nos dejaban con cara de burro mascando limones, hoy estos productos están en la categoría gourmet. ¿Qué le parece?
La choreza surgió en la V Muestra de Productos en Base a Algas, realizada a principios de julio por la carrera de Acuicultura de la Universidad Andrés Bello (UNAB). Ahí, los canapés con queso crema de luche y la mistela de luga demostraron que pueden ser un picadillo perfecto y, además, saludable.
Según la docente Ana María Mora, quien impulsó el proyecto, las algas son esponjas que absorben todo lo que está en el mar. Se nutren, captan y almacenan cuanto hay en las profundidades.
Estas cualidades las hacen ricas en oligoelementos, aminoácidos, minerales (hierro, yodo y potasio) y múltiples vitaminas, lo que redunda en beneficios para la alimentación y la salud.
Karen Aguilera, Francisco Castillo y Eugenio Heiremans, alumnos de quinto año, crearon el CheeseSea, un queso con alto contenido de vitaminas A, E y B12, que lo hacen energizante e ideal para vegetarianos y deportistas.
Otra papita es la sopa de Porphyra (alga no usada comercialmente), con propiedades antioxidantes y reparadora de tejidos.
"Hoy existe una tendencia a la alimentación funcional, y aunque estas propuestas están en fase experimental, tienen un enorme potencial", dijo la profe Mora.
En Chile las algas básicamente se exportan como materia prima, pese a sus múltiples cualidades para personas con desgaste físico e intelectual y alto colesterol. También fortalecen el crecimiento infantil y tienen poder antioxidante. "Dan un efecto rejuvenecedor a la piel y en el organismo su absorción es muy fácil. Ayudan a desintoxicar, tonificar, hidratar y adelgazar", afirma la docente.