El hombre siempre ha sentido una especial admiración por los robots, y esa magia se ha generado, en buena parte, por lo que hemos apreciado en el cine, los cómics y la televisión.
Personajes como "Bender", el loco robot de "Futurama", "Arturito (R2D2)" y "C-3PO" de "Star Wars", o los androides 16, 17 y 18 de "Dragon Ball Z", entre otros, nos han hecho mirar a estos seres de hechos de latas y circuitos con otros ojos.
Sin embargo, y para generalizar, a todos sencillamente los definimos como "robots", y enumeramos al "robot de Wall-E", al "robot de los Supersónicos", al "robot de DC", etcétera. Pero entre todos ellos, existen notorias diferencias, que no muchas veces somos capaces de conocer ni de reconocer.
Claro que nunca es tarde, menos cuando estos seres de inteligencia artificial están tan de moda, con el estreno de este jueves 5 de abril de "Mazinger Z: Infinity" en los cines, el reciente triunfo del Androide 17 en el torneo de "Dragon Ball Super" y la operación de Arnold Schwarzenegger, el hombre que dio vida al mítico androide "Terminator".
Robots
La Real Academia de la Lengua Española define "robot" como "máquina o ingenio electrónico programable, capaz de manipular objetos y realizar operaciones antes reservadas sólo a las personas".
Acá entran todos los seres de los que hemos hablado, pero la gracia de los robots más básicos es que sólo se dedican a hacer ejercicios funcionales, sin llegar a interactuar o a "pensar" de una forma más humana.
Autómatas. Esta clase de robot cuenta con una mayor autonomía para realizar sus tareas, siendo más que un lote de piezas tecnológicas en función de una tarea. "Arturito" o "Wall-E" son buenos prospectos de este tipo de robots.
Humanoides. La principal gracia de estos robots es que están inspirados en la figura humana. Pueden ser limitados o autómatas, pero su sello es que parecen verdaderas personas de metal. En este renglón, ingresan el extravagante "Bender" y la amorosa y siempre servicial "Robotina", la empleada doméstica de los "Supersónicos".
Cyborg. Los cyborgs son seres fabricados con compuestos orgánicos (en la ciencia ficción, casi siempre es con partes de un humano) y biomecatrónicos.
Su parte humana y su lado máquina muchas veces entran en conflicto, como se ha visto con los grandes personajes pertenecientes a este lote: "Robocop", los androides de "Dragon Ball Z" (sí, porque sólo se llaman Androides por un error de traducción en el animé, pues tienen una parte humana, a diferencia de los androides como tal) y "Cyborg", de DC Comics.
Androide. Se diferencia del humanoide en que su forma es tan perfecta, que cuesta diferenciarlo de un ser humano de carne y hueso. Su composición es netamente tecnológica, como lo era el gran "Terminator".
Mecha. Son robots controlados por un humano. Regularmente son tripulados por hombres, como sucedía con "Mazinger Z" o también en "Power Rangers". Por lo general, son grandes moles, aunque también los hay más pequeños.
Así será el esperado regreso de "Mazinger Z" en el cine
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"Mazinger Z" fue el primer gran robot tripulado en la historia del género. Por lo mismo, su trayectoria ha marcado a fuego tanto a los fanáticos como a los propios realizadores.
No por nada su retorno a las salas de cine ha generado tanto revuelo, una espera que lleva varios meses, pues desde que se confirmó la noticia el año pasado, la fecha del estreno ha ido aplazándose. De hecho, hubo un momento en que se dudó de la factibilidad de traer el filme "Mazinger Z: Infinity" a Latinoamérica, algo que afortunadamente se subsanó.
Claro, pues por fin la cinta encontró su espacio en Chile: este jueves llegará el robot mecha a la pantalla grande, con la idea de reconquistar a sus seguidores de toda la vida, pero cautivar también a una nueva generación, que no está del todo familiarizada con esta historia.
190 Centímetros de pura lata mide Bender Rodríguez, de "Futurama". Es uno de los ejemplos más clásicos de robot humanoide.