¿Quién mató a Erica Hagan?

Esta semana, el Senado de Estados Unidos solicitó, a través de su embajada en Chile, reabrir la investigación sobre la muerte de la psicóloga estadounidense asesinada en Temuco en el año 2014.

Chris Hagan y su esposa Regina O'Neal viajan una vez más desde Kentucky, en Estados Unidos, a Chile. Sentados en el avión, la pareja cristiana recuerda a su hija Erica como rogándole a Dios que regrese el tiempo. La ven reír con sus amigas y celebrar, a sus 22 años, su titulación de psicóloga en la U. de Georgetown. También la ven feliz, contándoles que logró una pasantía en un tranquilo colegio, en Temuco, una ciudad al fin del mundo donde enseñará inglés y ayudará en la formación religiosa de los alumnos durante un semestre. Quisieran decirle que no lo haga, pero saben que sólo pueden luchar por ella en el presente. Por eso vuelan constantemente a Santiago, donde contrataron a un equipo de abogados ante el nulo avance para esclarecer el brutal asesinato de Erica Hagan.

Han pedido ayuda a una serie de autoridades, incluido el Presidente Piñera. Esta semana, el senador republicano Mitchell McConell, a través la embajada de EE.UU., solicitó reabrir el caso tras más de 4 años sin novedad.

Llevan varios viajes a nuestro país: su único deseo es saber qué pasó esa noche del viernes 5 de septiembre del 2014, en la residencia de intercambio del colegio Bautista de Temuco.

La profe. Erica llegó para enseñar inglés a la residencia de intercambio del colegio Bautista, el 28 de julio del 2014. La tarde del 5 de septiembre fue vista en el Mall Portal Temuco junto a un ex alumno de la institución cristiana, quien la contactó por Facebook.

Esa misma noche, entre las 21:30 y las 22:30 horas fue asesinada. No se forzó la puerta de acceso a la residencia. Recibió, con un atizador, cuatro golpes en la cabeza. Fue arrastrada al living y luego depositada en la tina del baño de visitas, donde fue sumergida, ya muerta, en agua casi hirviendo que corrió sin cesar. Al mediodía del 6 de septiembre, encargados del colegio entraron. Había rastros de un incendio que la misma agua combatió. Habían quemado su ropa, iPhone y iPad. La joven no fue violada.

Tal como ocurrió en el caso de Viviana Haeger, en Osorno, la policía realizó un pésimo levantamiento de evidencias, entre otras cosas se encontraron hasta huellas de ellos mismos en el sitio del suceso. Al principio se acusó a un rondín del colegio, pero a los pocos meses fue exculpado.

Tras varios sumarios, la baja de un comisario, la llamada de atención al fiscal del caso, la pérdida de algunas de las pocas evidencias y el descarte de los cuatro primeros sospechosos, incluyendo al ex alumno; el caso se cerró sin culpables.

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