Felipe Prohens: ''Algunos deportistas simplemente se orinan en la carrera. Lo malo es que se te coce el poto''
- ¿Por qué no estás en el Dakar?
- La principal razón fue el tema de los auspicios. Yo soy de Copiapó y me pegó fuerte el tema de los aluviones. Incluso, mi casa no la puedo reconstruir aún. También afectó en la pega. Somos productores y exportadores de uva de mesa. Con todo eso no tuve tiempo para vender mi proyecto deportivo.
- ¿Desconectado del evento tuerca?
- Al final esto es pasión. Uno quiere saber todos los detalles de lo que está pasando. Además, tienes amigos, hablas con ellos, das tus impresiones. Aparte, hago una columna en una revista, me gusta hablar del Dakar.
- ¿Qué te parece que apenas 13 chilenos hayan participado en el Rally?
- Da pena. No es casualidad tener un “Chaleco”, un Quintanilla o un Casale, mi hermano, el mismo De Gavardo. No hay apoyo de empresarios, debes hacerlos sentir que casi te están haciendo un favor. Estamos súper desamparados. Las autoridades se llenan la boca con el Dakar y al final valemos callampa para ellos, perdón por la palabra.
- ¿Dedo p’ abajo por perder la localía?
- Es un tremendo negocio, no imaginan los beneficios que entrega a las regiones. Se trata del único evento deportivo a nivel mundial en esta fecha. Todos los ojos están puestos en esto. También impulsa la economía local. Un tipo me contó que ganaba 40 lucas solo echando aire. Por último, es una atracción. A Copiapó con suerte van los circos.
- ¿Lo más rudo del Dakar?
- La planificación rigurosa, son dos semanas en que te debe salir todo perfecto. Hay que cuidar la moto y tener concentración para aguantar. Puedes estar 15 horas arriba de la máquina.
- ¿Has sentido ganas incontrolables de ir al baño?
- Pasa siempre. Hay pilotos que simplemente se orinan y corren las gotas. Lo malo es que se te coce el poto, te irritas. A veces, en las etapas más largas y frías, se usan las sondas; mangueras que salen por la bota. Otros, los que no pelean cosas improtantes, se detienen nomás.
- ¿Alguna vez te “guiaron” como a Eliseo Salazar en 2011?
- Nunca he llegado a eso. Una virtud es que navego bien. He estado en un pelotón de pilotos perdidos, con helicóptero arriba, e igual no te dicen dónde ir. Al final estás solo en el desierto.
- ¿A quién te gustaría llevar a alguna versión del Dakar?
- ¡Ir es un castigo, jajajá! Llevaría a los chaqueteros que menosprecian la carrera. El estrés es demasiado.
- ¿Qué opinas del chaleco reflectante?
- Creo que como país estamos preocupados de puras hueás. Sí, por seguridad está bien, es una realidad que ocurren accidentes por bajarte del auto en la oscuridad, pero la Ley solo te obliga a tener el chaleco. Hay cosas más importantes de qué ocuparse.
- ¿Te veremos en el Dakar 2017?
- Haré lo posible. Estoy en buen nivel, tengo una moto competitiva y me siento en una edad madura. Habrá que tocar puertas hasta que me pesquen.
Francisco López: ''No cuesta nada pegarle a un hoyo a velocidad alta y los accidentes son gravísimos''
- ¿Por qué no te vimos en la versión 2016 del Dakar?
- Como todos saben, es la segunda vez que quedo fuera. Primero fue por un golpe en la rodilla, me tuve que operar. Y luego sentí que estaba en otra etapa y quise pasar a los autos. Por lo mismo, me ausenté este año y la idea es atacar a full en cuatro ruedas a futuro.
- ¿Pendiente de lo que pasa en el evento tuerca o es mejor desconectarse?
- Uno no puede quedar al margen. Obviamente no revisas a qué hora parten o los detalles, pero sí estás atento de los resultados, sobre todo en moto. Y no lo tomo con pena. Siento que es un ciclo que cumplí. Me estaba cuestionando la actividad, y cuando lo piensas mucho, llegó tu hora.
- ¿Qué te parece que apenas 13 chilenos hayan viajado a Argentina?
- ¡Poooco! En un momento hubo más de veinte. Sin duda que juega en contra el hecho de que la carrera no pasara por Chile, por los auspiciadores, la prensa... No se respira el mismo aire. A las marcas no les intresa llevar clientes, hacer actividades para auspiciar a los pilotos.
- Dedito p’ abajo por perder la localía, entonces...
- Hay un tema de imagen como país también. Argentina y Bolivia salen a todo el mundo. Y ni hablar de nuestra geografía, que es compleja para los pilotos. Hay un quiebre, tremenda cordillera, el mar pegado, muchas dunas...
- ¿Lo más rudo del Dakar?
- La navegación y los enlaces en la mañana muy temprano, el frío te pega fuerte. También la dureza de la competencia, no caer. No cuesta nada pegarle a un hoyo a velocidad alta y los accidentes son gravísimos.
- ¿Has sentido ganas incontrolables de ir al baño?
- Sí, pero uno se maneja. Hay que acostumbrar el cuerpo en ciertos horarios. Un par de semanas antes del inicio del Dakar empiezas a tomar más líquido.
- ¿Alguna vez te “guiaron” como a Eliseo Salazar en 2011?
- ¿Cuando gritaron “a la izquierdaaa”? Jajajá. Nooo, para nada. La mayoría de las veces he tenido la ruta clara. Me he perdido, pero solo.
- ¿A quién te gustaría llevar a alguna versión del Dakar?
- Definitivamente, con Jaime Prohens. Es un tipo con tremenda experiencia y nos llevamos muy bien. Es que partimos juntos en esto.
- ¿Qué opinas de la nueva Ley sobre el chaleco reflectante?
- Me parece bien. Todo lo que signifique seguridad, siempre va a sumar. Se está replicando lo que pasó hace tiempo en muchos países. Es como el cinturón de seguridad, que al día de hoy ha sido muy efectivo. En carreteras, sin luz, un chaleco te puede salvar la vida. Tenerlo al lado del asiento no es malo.
- ¿Estarás el próximo año en el Dakar?
- Estamos trabajando en los autos para eso. Me encantaría, es la gran meta, espero llegar en óptimas condiciones.
