Eso gritó un conductor ebrio que irrumpió en la Plaza de la Ciudadanía entre medio de los peatones y se instaló frente al palacio de La Moneda.
En 1993, un oficial de la Armada con problemas siquiátricos se metió en su auto a 80 kilómetros por hora al paseo Huérfanos y su asesina carrera sólo fue interumpida por un teléfono público. Antes atropelló a siete personas, de las cuales dos murieron.
El 2016, en un atentado terrorista un camión en Niza, Francia, también se metió en un paseo peatonal y mató a 86 personas y dejó a otras 434 heridas.
Además, el año pasado en el paseo Las Ramblas, de Barcelona, en otro atentado un furgón recorrió 530 metros con un saldo de 131 heridos y quince muertos.
Por todo lo anterior, muchos testigos pensaron lo peor cuando ayer, a las 11 horas, un auto zigzagueante manejado por Luis Lizama Muñoz, de 53 años, que iba por calle Teatinos, viró por dentro de la plaza de la Constitución, al lado sur de La Moneda, y luego hacia Morandé.
De inmediato los carabineros de guardia fija dejaron su trabajo y acudieron hasta donde quedó el vehículo que por fin se había detenido. A ellos se le sumó contingente policial que estaba dentro del palacio de Gobierno.
El hombre, que según la percepción inicial de los policías que los detuvieron estaba completamente borracho, desde el interior del auto citycar Hyundai modelo hatchback color rojo, declamó: "¡Quiero ver a mi presidente!".
Sebastián Piñera efectivamente estaba en una actividad a esa hora dentro de La Moneda, pero no escuchó el llamado de Lizama, que de inmediato fue trasladado hasta las dependencias de la 1ª Comisaría de Santiago, a pesar de su insistencia de ver a "su" presidente.
Acto seguido, efectivos del GOPE de Carabineros llegaron a periciar el auto, y nada encontraron de carácter explosivo, terrorista o peligroso, salvo una maleta llena de ropa cochina con olor a humedad.
El jefe de la zona Metropolitana Oeste de Carabineros, general Enrique Monras, declaró que "este es un conductor que se advirtió por cámara que ingresó por Teatinos contra el sentido del tránsito hasta la altura de los ascensores, posteriormente se bajó con la intensión de poder ingresar a la línea del palacio de La Moneda".