Quince días sin comer: el minero Mario Sepúlveda cuenta las secuelas que le dejó el Covid

Además, tras el contagio, se le desencadenó una crisis a causa del trastorno de estrés postraumático que padece desde que estuvo atrapado en la mina San José.

Ya había transcurrido la mitad de marzo cuando Mario Sepúlveda, uno de los 33 mineros atrapados en la mina San José el 2010, se sintió resfriado.

Pero los días pasaron y los síntomas lo obligaron a hacerse un PCR: tenía Covid-19. No quiso acudir a un recinto médico; prefirió quedarse en su casa bajo los cuidados de su hermana Marta.

Aunque se sentía muy mal, le asustaba la idea de internarse. "Tenía miedo que me llevaran y no volver más", contó en una entrevista a Página 7.

Fue su propia hermana quien, en el periodo de las elecciones del 15 y 16 de mayo, reveló que el segundo rescatado de la mina San José se había contagiado con el virus.

Un mes complicado

En medio de la enfermedad, estuvo quince días sin comer.  Y se le generó una pulmonía de la que le costó un mes recuperarse.

—Fue muy duro, doloroso —expresó.

En ese periodo también contagio a su hermano y este al resto de su familia. Por suerte, todos pudieron sobrellevar bien el virus.

Con 50 años, Sepúlveda reveló que no se encontraba vacunado porque tenía cierta desconfianza. Pero esa opinión ya cambió y ahora se encuentra a la espera de su segunda dosis. "Hoy le digo a la gente que se cuide, el Covid realmente existe", dijo.

Después del virus

Tras los 69 días que pasó atrapado en la mina San José el 2010, a Sepúlveda se le diagnosticó trastorno de estrés postraumático.

Si bien lo había logrado controlar durante los últimos años, tras el contagio de coronavirus se encuentra en medio de una crisis producto de este padecimiento. Él supone que el Covid desencadenó todo.

"Llevo 10 días muy mal, justamente ahora estoy en la ACHS", reveló. "Estoy súper complicado".

Aun así, intenta verlo de buena manera, con optimismo:

—Aquí estoy con mucha energía, con ganas. Siempre con la misma fuerza y el mismo ánimo. La verdad es que me tomo todo con humor… si al final qué más me puede pasar.

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