La historiadora y analista política chilena Montserrat Nicolás vive en Washington D.C., pero gracias a internet y su afán por saber lo que ocurre en el mundo, está enterada de todo lo que se habla por estos lares.
Cuando algo no le parece, lo critica con acidez e inteligencia y su blog Curvas Políticas (curvaspoliticas.blogspot.com), es uno de los más respetados dentro de Chilito.
La semana pasada, encendió la mecha al criticar duramente a la vicepresidenta ejecutiva de la Junji, Ximena Ossandón, por sus desafortunados dichos respecto al uso que les daban las madres a las horas extras en las guarderías estatales.
Además del "Junjigate", Montse estaba pendiente de las sesiones de la Organización de Estados Americanos por el encontrón entre Colombia y Venezuela.
- Estás en Washington D.C. pero te las arreglas para saber lo que pasa acá ¿Cómo lo logras?
- Una distancia prudente, muy prudente, la WorldWideWeb y mucha imaginación. Ah, y mi vida mal gastada.
- ¿Qué es lo mejor del "Junjigate"?
- No hay nada bueno, es una cosa espantosa. En Chile existe una necesidad inmediata de un millón de puestos en la Junji, pero menos de 250 mil niños en condiciones vulnerables acceden a sus servicios. Y no es una necesidad estilo guardería sino una educación temprana de calidad, pluralista y multicultural. Según estudios, la autoestima y el sistema cognitivo se desarrolla antes de los 5 años. Después, estamos como semi fritos.
- ¿Qué opinión tienes de la forma en que se defendió Ximena Ossandón?
- Celebro que no tenga filtro. Dice lo que piensa. Sin embargo, es un poco cobarde culpar a otras personas por sus propios dichos. Se deshace en explicaciones, 'que alguien le dijo', 'que la playa en Antofagasta' y no sé qué más. Lamentable. Una mujer debe ser 'de palabra'. Ahora bien, como funcionaria pública y ocupando el cargo que es de confianza del Presidente Piñera, demuestra la visión de la sociedad que tiene tanto ella como el Gobierno. Y ese es el punto que aterra. (...) Además, no creo que una entrevista es el lugar para pedir 'cocinera'. No es gracioso ni acorde a su puesto. Y tratar a la persona que le cuida a los niños en su casa de "medio pollo" y de "nana de toda la vida" expone un cierto afán de propiedad.
- ¿Falta presencia femenina en la política chilena?
- Hay mucha presencia de mujer en la política en Chile. Votan y son las que deciden quién es el o la presidenta de Chile. La mujer es el pilar de la sociedad chilena. Se encarga de muchas cosas que en otros países son responsabilidades del Estado. Que no figuren en la politiquería es otra cosa. No sacamos nada con levantar figuras que al final no se preocupan de que las leyes y las políticas públicas sean a favor de los derechos de las mujeres, que son el 51% de la población. Basta con ver cómo votan las mujeres en el Congreso y el que no se pueda ni hablar de la píldora del día después o el aborto.
- ¿Cuál es el político más interesante de Chile? ¿Y de Estados Unidos?
- De Chile, me fascina Álvaro Escobar. No tanto por su pinta, sino por sus sesos. Tiene una mente brillante y sentido de una sociedad más justa, que conmueve. Y si tengo que evaluar a los políticos en EE.UU., según sus destrezas de moverse entre aguas llenas de pirañas, me gustan los senadores de Minnesota, Amy Klobuchar y Al Franken. Son choros.
- ¿Qué imagen tienen de Chile en USA? ¿Somos tan importantes como lo queremos creer?
- Piensa que sólo en Washington DC, compiten por lo bajo, 180 países por la atención de la Casa Blanca. Y existe mucha ignorancia sobre el mundo exterior. A lo más, se sabe donde queda Iraq o Afganistán y es porque hay dos guerras y en la televisión muestran el mapa cada día.
La mayoría no podría identificar ni a Brasil en el mapa. Chile sigue siendo relacionado con Pinochet y ahora último, con Bachelet.
SU VISIÓN DE LOS PRÓCERES EN 140 CARACTERES
Sebastián Piñera: El máximo ejemplo del chileno pillo, el que sobrevive a costa de los demás.
Rodrigo Hinzpeter: El clásico alumno aventajado que no prestaba los apuntes ni compartía información.
Ximena Ossandón: Ansiosa de hacer carrera política. No debería trabajar en la Junji.
Michelle Bachelet: Una política natural que perdió la oportunidad de nombrar una ministra de Hacienda.
Andrés Velasco: Político trepador que se esconde detrás de la máscara de ser economista tecnócrata. Quiere con (llegar a) La Moneda sin hacer mérito.
Francisco Vidal: Para tomarse un trago con él, pero no para que dirija un ministerio.
Marco Enríquez-Ominami: Con 20 kilos a cuestas y asociados oscuros. Nariz de palta adorable y genio de las comunicaciones.
Ena von Baer: No se hace respetar dentro del equipo del Gobierno.
Joaquín Lavín: Persona peligrosa que cree que puede meter su moral religiosa en los asuntos del Estado. Tal como hizo el Talibán o se hace en Irán.
Carmen Fernández: Voz de tanguera francesa y aún no ha dicho todo lo que sabe sobre 27/2. ¿Por qué? Ni idea.