Radiografía a la cultura del pituto que existe entre los chilenos

"Si usted busca con desesperación a un amigo que le haga el gran favor de ponerlo en contacto con algún tipo influyente, que sea conocido, vecino de un pariente...". Esta es parte de la canción "Los Pitutos" de la banda Sexual Democracia, y que por estos días cobra fuerza con el último estudio del Consejo para la Transparencia sobre el "arte" de saltarse la fila o conseguir cosas de manera fácil.

Según el informe, el 29% de funcionarios del sector público y clientes de reparticiones señala que es mejor hacer trámites recurriendo a un contacto, mientras que el 39% de los trabajadores avala el uso de los pitutos para conseguir algo.

"Las prácticas clientelistas, conocidas también como el famoso pituto, son una costumbre que socava nuestra democracia y nuestra institucionalidad. Además, erosionan el principio de igualdad ante la ley e instalan prácticas sociales que pueden derivar con la simple adición de elementos como regalos o beneficios en corrupción", señaló el presidente del Consejo por la Transparencia, Marcelo Drago.

A 10 años de la Ley de Transparencia

El estudio fue realizado a 1.327 funcionarios públicos y 2.855 personas usuarios del sistema. Concluyó que el 63% de los encuestados no recurriría a esta práctica y seguiría los conductos regulares, mientras que el 36% de los funcionarios avala y no encuentra que sea algo malo practicar el denominado clientelismo.

"Tenemos que aspirar a una sociedad sin ciudadanos dispuestos a saltarse la fila y a funcionarios públicos dispuestos a no permitir que las personas se la salten. Este año se conmemoran diez años de la promulgación de la Ley de Transparencia, una herramienta que empodera a los ciudadanos y facilita el control social, pues permite que cualquier persona pida información pública", agregó Drago.

En tanto, a nivel de estratos sociales, el 31% de las mujeres encuestadas avala el amiguismo y sólo el 28% de los hombres está a favor del pituto, siendo mayormente personas pertenecientes a niveles socioeconómicos más altos y jóvenes.

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