El periodista es de los pocos rostros de TV que ha estado despachando desde Plaza Italia, en medio de los enfrentamientos entre Carabineros y manifestantes.
Durante las actuales marchas, los reporteros de tevé han sido criticados e incluso basureados constantemente en sus despachos. Por eso, algunos canales han decidido tomar precauciones a la hora de entrar en las manifestaciones.
Sin embargo, Rafael Cavada es a prueba de todo y sintió que tenía que estar ahí, donde las papas queman. "Primero, le debo agradecer a mi señora. Apenas empezaron las marchas me dijo que fuera nomás, jajajá. Lo único que me pide es que me bañe cuando vuelvo pasado a lacrimógena", comenta.
Cavada es uno de los pocos que está despachando desde pleno corazón de Plaza Italia, por eso, la gente lo respeta. "Al principio iba solo con mi teléfono a grabar, por eso no generaba tanto rechazo".
La violencia ha estado presente, pese a esto el corresponsal de guerra va al choque igual. "La verdad es que a mí no me gusta estar a una cuadra de donde pasa todo. A mí me gusta estar ahí, con la gente en primera línea. Como me ven que estoy con ellos, mojándome y recibiendo las bombas lacrimógenas, me respetan", agrega.
El inconsciente nacional recuerda al hoy rostro de Chilevisión despachando como corresponsal de guerra en Iraq. Aunque hoy es diferente, ya que con una hija de un y año cuatro meses y otro en camino, es un hombre de familia. Por eso ahora, a los 51 años, toma sus precauciones. "Voy con antiparras para el tema de los perdigones. Llevé un día una botella de agua con bicarbonato, pero apenas entró el carro lanzaagua, salió volando a cualquier parte. Lo bueno es que siempre hay alguien buena onda de los voluntarios de la Cruz Roja o de la Escuela de Medicina, que están dispuestos a ayudarte", agradece.
- No todos se atreven a estar ahí...
Yo no soy quien para darle consejos a nadie. Yo, como periodista, me gusta estar aquí en Plaza Italia. Qué mejor que estar donde pasan los hechos para saber y poder informar de la mejor manera posible.
- Con lo que has visto, ¿crees que haya una pronta solución a las demandas?
Si yo tuviera la respuesta, iría enseguida a La Moneda, jajajá. Lo que sí creo es que es muy complicado que a la gente que le has dicho que "no" durante 30 años, tan reiteradamente y que está pidiendo cosas tan normales, confíe. Que no te extrañe que después sea difícil que te pesquen.