Rápida y furiosa: seremi repelió portonazo

Una noche de terror fue la que vivió la seremi de Salud Metropolitana Rosa Oyarce, luego que una banda de delincuentes le intentara hacer un portonazo cuando llegaba a su casa en la comuna de San Miguel.

Ocurrió a las 23.30 horas en el sector El Llano, donde la secretaria regional ministerial llegaba de una actividad privada a bordo de su camioneta Hyundai Santa Fe. Su hija, que se encontraba en el domicilio, salió a abrirle el portón, cuando de improvisto un auto con los vidrios polarizados se estaciona tras ella.

"Los delincuentes (seis, según el testimonio), que eran hombres jóvenes de alrededor de 20 años, se bajan corriendo hacia el auto y puse reversa. La vez anterior se me perdieron hasta los pedales y esta vez dije yo: no me va a pasar lo mismo", contó Oyarce.

"Lo que hice fue poner la reversa, salir y arremeter e impactar contra el auto de los ladrones. Yo impacté al auto y los tipos como que intentaron arrancar, pero volví a poner la reversa y ellos volvieron a bajarse, pero tomé velocidad para impactarlos de nuevo, y allí arrancaron", agregó la tecnóloga médico.

Los sujetos golpearon el parabrisas con piedras y elementos contundentes, mientras le apuntaban con una especie de arma de fuego. Los gritos de la víctima alertaron a los vecinos, quienes salieron en su ayuda. Mientras los delincuentes al ver frustrada su acción arrancaron del lugar.

"Ya está bueno, basta. Nosotros, la gente, tenemos que ser capaces de también enfrentar esta situación. No solamente dejarle a Carabineros este trabajo. Este también es un trabajo de vecinos", contó la seremi, que hace justo un año sufrió otro portonazo.

La acción de Oyarce generó una ola de apoyos, pero también de críticas, ya que se habría arriesgado más de la cuenta. "Actuó con mucho coraje y colaboró, como ciudadana, a evitar un delito. Lo único que señalamos nosotros es que no nos expongamos innecesariamente", aseguró el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Por su parte, la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, dijo que "entendemos su rabia y su desesperación, pero también es cierto que nos preocupa un poco la señal de enfrentar efectivamente un portonazo. Entendemos la impotencia, pero hay que tener cuidado, ya que hay oportunidades en que esto no termina bien".

El OS-9 trabaja para dar con el paradero de la banda delictual. En tanto, se pericia las cámaras de seguridad del lugar, que captó los rostros de los hampones.