Ratones en la vagina, violaciones grupales y estiramientos: Tejas Verdes, el infierno de la “escuela” de torturas de la dictadura

El Campo de Concentración estaba ubicado en Rocas de Santo Domingo, donde operaba Manuel Contreras.
El Campo de Concentración estaba ubicado en Rocas de Santo Domingo, donde operaba Manuel Contreras.

Testimonios dan cuenta de los horrores de un lugar que comenzó a operar el mismo día del Golpe de Estado. Advertimos: este contenido puede resultar muy fuerte.

Para muchos, los peores horrores de la dictadura de Augusto Pinochet ocurrieron en Tejas Verdes. Un infierno en la tierra que comenzó a operar el mismísimo 11 de septiembre de 1973, como una “escuela” de torturas.

Se trataba de la Escuela de Ingenieros Militares del Ejército, ubicado en el sector Tejas Verdes, en San Antonio, muy cerca del balneario de las Rocas de Santo Domingo. Desde 1972 era dirigida por Manuel Contreras y a partir del mismo día del Golpe comenzó a recibir prisioneros.

Fue allí donde nació la Dirección de Inteligencia Nacional, la macabra DINA. El emergente aparato criminal era encabezado precisamente por el Mamo Contreras, quien se encargó de habilitar el subterráneo del edificio para enseñar a torturar a cerca de 500 agentes del régimen.

Quien desentrañó los más terribles horrores de este lugar fue el periodista Javier Rebolledo, quien en su libro El Despertar de los Cuervos relata con estremecedores detalles lo que allí ocurrió.

Tejas Verdes
Regimiento Tejas Verdes en los '70 / Actual memorial en el frontis del recinto militar.

Niñas violadas y detenidos que pedían morir

“Una de las primeras declaraciones que llegaron a mis manos fueron la de Tejas Verdes y fue tan duro lo que yo leí ahí, que me conmovió para siempre”, contó hace un tiempo en una entrevista con Tomás Mosciatti.

“Yo no lo podía creer: violaciones a hombres, ratones en la vagina, cera caliente, agujas debajo de las uñas, rajaduras con cuchillos corvos y después quemados, cauterizados, estiramientos como en la Edad Media... en donde la muerte era la solución”, rememoró. Y en ese escenario, muchos pedían a gritos morir, antes de seguir sufriendo los vejámenes.

Entre los testimonios, aparecen niñas de 16 o 17 años que fueron brutalmente violadas. Una de ellas contó que era agredida sexualmente por varios militares a la vez, hasta que perdía la conciencia. Antes, le pegaban cables en la lengua y la tapaban con cinta adhesiva, para darle golpes eléctricos. Lo mismo en el ano.

Hubo también mujeres embarazadas que llegaron al campo de concentración. Otras quedaron encinta producto de las violaciones. Poco y nada se supo de esos bebés.

Rocas de Santo Domingo
Con el Golpe, Contreras se tomó las cabañas del balneario popular que la UP instaló en Rocas de Santo Domingo. Allí torturaron y también se instalaron los agentes de la dictadura. (Imagen: UPLA TV)

“La orden era destruir la vagina de todas”

Una de las tantas víctimas de Tejas Verdes fue Nieves Ayress, quien en 1973 fue detenida por ser militante del MIR. Primero fue enviada al centro de torturas Londres 38, pero luego trasladada a San Antonio donde, dice, sufrió los peores tormentos.

Me forzaban a hacer actos sexuales con un perro que había sido entrenado para participar en torturas. Colocaban ratas adentro de mi vagina, y luego me daban choques con electricidad. Al recibir el choque, las ratas se desesperaban y hundían sus garras en la carne de mi vagina”, relató en su testimonio.

En una entrevista a 24 Horas, Nieves señaló que “el 98% de las torturas eran de tipo sexual”, y no solo a mujeres, también los hombres eran violados.

“A mí me torturaban y me metían botellas en la vagina, me metían palos por el ano y a muchas compañeras hacían lo mismo con objetos. La orden que había en ese momento para los militares era destruir la vagina de todas las que éramos jóvenes y estábamos en período de reproducción”, relató en esa ocasión.

Nos destruyeron la vagina y el útero para que no fuéramos reproductoras de revolucionarios y comunistas. Esa fue la orden que les dieron”, explicó.

A mí me formaban con un grupo de soldados y me obligaban a tener contacto sexual bucal con ellos. Estando desnuda, ellos eyaculaban y terminaba bañada en semen. Aunque no quisiera hacerlo, te pegaban y te seguían torturando”, agregó.

Además de Manuel Contreras, otro conocido vinculado a Tejas Verdes es el exalcalde de Providencia, Cristián Labbé (ex UDI), procesado en 2018 por torturas y asociación ilícita. Fue identificado por víctimas, y también por militares que allí estuvieron, como uno de los instructores de la fábrica de criminales de la dictadura.

Tengan en cuenta que durante este año, 15 diputados votaron en contra de condenar la violencia sexual contra las mujeres en la dictadura. Una de ellas, Gloria Naveillán, fue ampliamente cuestionada tras asegurar que los ataques sistemáticos fueron simplemente una “leyenda urbana”.

Nieves Ayress
Nieves Ayress (Imagen: TVN)

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