Muchos creen que los lentes de sol, sólo pueden ocuparse en verano pa' vitrinear tranquilo las esculturales cueradas en la playa. Sin embargo, a pesar de no ser perceptible, los rayos UV siempre están jodiendo y pueden ser aún más dañinos en esta época del año.
"A pesar que en días nublados la intensidad de los rayos UV no es la misma, no debemos descuidarnos, especialmente por la posición del sol más baja en el horizonte. Durante los meses de otoño e invierno los ojos se ven expuestos a una mayor radiación ultravioleta y, al contrario de lo que pensamos, hay que protegerlos más", explica José Pablo Pérez, experto de Rodenstock.
Y ojo con el mito que mientras más oscuro es el lente, más protege. La realidad es que la protección UV no tiene relación alguna con esta creencia. Existen anteojos de lectura que tienen protección UV y son transparentes, y otros de sol que pueden ser muy oscuros y no tenerla.
CHAO A LOS RAYOS
Para no clavarse con unos lentes juleros, el capi de Rodenstock, le aconseja lo siguiente:
- Evite comprar lentes en la cuneta. Mejor hágalo en boliches establecidos.
- Al ver a través del lente, fíjese que la imagen no se deforme.
- Si al colocarse el lente se marea o con la visión "rara", no los use.
- En lo posible solicitar que le demuestren la protección UV. Cada óptica debiera tener un comprobador de UV.
- Verificar que tenga alguna certificación de protección UV.
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