Brigada de Delitos Económicos de la PDI desarticuló banda internacional que se hizo la América estafando a turistas en La Serena. En total habían recaudado $20.498.390.
Las felices vacaciones que decenas de compatriotas y turistas argentinos planearon en La Serena durante los meses de verano se convirtieron en toda una pesadilla luego de caer en una nueva forma de engaño.
Una banda internacional compuesta por dos chilenos, seis nicaragüenses, un guatemalteco y un salvadoreño importó el "Ruzzle", conocido en el mundo del hampa como la "estafa de las bolitas".
¿En qué consiste? Trata de una serie de engaños para que la víctima logre un puntaje cercano a la obtención de un gran premio, momento en el cual debe desembolsar altos valores por apuestas . Sin embargo, los participantes nunca lo obtendrán, ya que el juego está diseñado para defraudar.
Los frescos se habían instalado en la ExpoSerena (Avenida El Mar con Cuatro Esquinas), epicentro del jolgorio papayero. Pagaron los permisos correspondientes y desembolsaron una importante suma de dinero para arrendar el local y verle las bolitas a sus víctimas con un tablero de acrílico y una plantilla ordaca.
"Este no era un juego conocido en Chile, pero tenemos información de Costa Rica, México, El Salvador y que luego migró a Europa. Tenían una gran logística y un paredón de premios de alta gama para persuadir a la gente para que participara", según contó Harry Díaz, comisario de la Bridec, quien explicó en qué consistía la estafa (ver paso a paso).
Víctimas
Los afectados fueron numerosos y de diferentes nacionalidades, ya que la banda se instaló en septiembre del año pasado en Antofagasta, Copiapó y fueron parte de la fiesta religiosa de Andacollo.
"El juego partía en los $2 mil, pero hubo varios que gastaron grandes sumas de dinero. Estos tipos persuadían a la gente para que gastaran más y entremedio le daban premios menores, como un horno o una plancha", agregó el subcomisario Darwin García, de la Bridec La Serena.
Finalmente, la banda fue desbaratada y les incautaron $20.498.390 en efectivo, pesos argentinos, dólares y especies para la comisión del delito.
"El llamado a la gente es a denunciar el delito si lo ven en alguna feria u otro lugar del país. Y si fueron víctimas, a hacer la denuncia respectiva", concluyó el comisario Díaz.
Así corre la bolita... ¡Y el billete!
- Captar al cliente: Presentan el juego a la víctima que consiste en tirar ocho bolitas sobre un tablero con 112 agujeros, numerados del 1 al 6. Tras lanzar se valorizan las canicas de acuerdo al orificio en el que cayeron y se saca un total, con el que puede ganar un premio. Dan dos tiros gratis.
- Lo motivan: Tras engatusar con los juegos gratis le empiezan a cobrar $2 mil por cada lanzamiento. Cuando la persona tira, el "croupier" hace la suma rápidamente, saca las bolitas y entrega un valor alto que es dirigido a una plantilla usada que determina, por medio de estrellas, si hay premio o una acción a seguir. Al comienzo lo dejan ganar.
- Le dan caramelos: Como el pillo se sabe la plantilla de memoria, engrupe al cliente y lo hace subir de nivel para optar a premios de gama alta. En otros casos a los que no están convencidos o no quiere invertir más billete, les da el triunfo y regala objetos menores como un hervidor u horno eléctrico.
- Le secan la billetera: El subir de nivel significa que la apuesta debe ser más alta y de los $2 mil sube a $4 mil y así sucesivamente persuaden para que apueste más y más plata. Cuando la persona pierde mucho dinero se pone aguja, empieza a contar los valores en el marcador y suma un total exiguo. Esto se debe a que el tablero está diseñado para que la suma sea baja y la gente nunca gane premio. Algunos confiados llegaron a perder hasta $600 mil.
- Estafa consumada: Otros se retiran con premios pequeños luego de haber desembolsado altas cifras. Sin embargo, también hay hartos que se van con las manos vacías.
*La estafa se lleva a cabo en el punto 2 de este paso a paso, donde el "croupier" hace el conteo. Al retirar rápidamente las bolitas hace creer al jugador que sacó alto puntaje para engancharlo.