Realizan denuncia a Superintendencia del Medio Ambiente por vibraciones en Línea 6

Cuando se inauguró la Línea 6 del Metro los vecinos de Ñuñoa y Pedro Aguirre Cerda estaban felices. Pensaron que los molestos ruidos que sentían cuando se comenzó a construir este servicio quedarían de lado. Además, podrían disfrutar de los beneficios de moverse más rápido en Santiago.

Lamentablemente, varios aseguran que los zumbidos y vibraciones, en vez de disminuir, han aumentado con el tiempo. La situación se hizo tan insostenible que los habitantes de ambas comunas decidieron unirse para tomar acciones conjuntas.

De esta forma surgió la agrupación Víctimas del Metro. Su primera medida fue realizar una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente. "Hoy están revisándolo", indicó uno de los afectados.

No es lo único que piensan hacer. También, la agrupación ya manifestó que de no tener soluciones judializarán el tema. "Vamos a llegar hasta el final", concluyeron.

Acá algunos contaron sus historias

Alda Romero (52) asegura que vive un infierno producto de las vibraciones provocadas por el paso de la Línea 6. "Son tremendas. Se siente bulla cada tres minutos, es lo primero que siento al despertar. A veces vibran las ventanas, es como sentir un temblor grado 3 todos los días", dijo la mujer que vive en Ñuñoa.

La agrónoma, que tiene dos hijos, relató que su calidad de vida es pésima: "estoy siempre cansada, porque en la noche uno se despierta a cada rato".

El resto de su familia tampoco lo pasa bien. "Mi hijo (en la foto), que tiene 29 años, tuvo un tumor cerebral y quedó ciego. Entonces para él es un drama permanente. Siente los temblores y se asusta", afirmó.

Para Alda lo más preocupante es que, a pesar de las conversaciones que han tenido con el Metro, hasta ahora sólo existan medidas parches. "Me preocupan estas vibraciones a largo plazo, ya la calidad de vida es horrible. En Barcelona pasó algo parecido y a la larga hubo métodos para solucionarlos. Esperemos que acá pase lo mismo", concluyó.

Rosa Díaz (53) jamás había tomado pastillas para dormir. Sus problemas comenzaron en noviembre con la inauguración de la Línea 6 del Metro. "Empezaron los ruidos subterráneos y se hizo insostenible. Ahora, las ventanas de mi casa se soltaron todas y el ruido se siente las 24 horas", señaló la mujer que vive en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.

Agregó que "a veces son las 3 o 4 de la mañana y se siente el movimiento. Es como un sismo que sentimos todo el día. Mi mamá lo pasa pésimo, porque es adulto mayor y los perros sufren".

La empleada pública, que vive con su hijo de 23 años y su madre, señaló que está con tratamiento sicológico. "Es un verdadero caos el que tenemos en nuestras vidas. Desde un principio dijimos que no buscamos cerrar el Metro, sólo queremos recuperar la calidad y tranquilidad que teníamos".

Rosa contó que el Metro ya les prometió que "el 31 de julio dejarán de hacer pruebas nocturnas".

La mujer señaló que "el trazado original era por Isabel Riquelme, dos cuadras más lejos de mi casa. Hemos pedido los estudios que se hicieron para cambiar ese trazado, pero no nos han dicho nada".

Cuando comenzó la construcción de la Línea 6 del Metro, Julián González (36) tenía una grúa a menos de 5 metros de su hogar. Con la inauguración del servicio, pensó que se acabarían los problemas. "Empezamos a sentir las vibraciones. Pero ahora es cada vez más fuerte. Los marcos de las puertas están descuadradas y los pisos sueltos", indicó el afectado, que vive en Ñuñoa.

El sociólogo reveló que "estábamos contento con la llegada del metro, pero están afectando nuestra calidad de vida. Ahora con mi señora y mi hijo, que tiene seis meses, nos tenemos que ir los fines de semana para poder descansar".

Agregó que "si hay partidos en el estadio la cosa es peor, al igual que cuando es horario punta, que es terrible".

Sobre qué respuestas les han dado, Julian indicó que "Metro nos dice que no saben cuál es la causa de este problema. Que se demorarían seis meses en saberlo y una de las eventuales posibilidades es que los estudios de suelo estuvieran mal hechos".

El afectado confesó que "las casas vibra y los daños a la salud son terribles".

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