Récor intergaláctico de Bombas-4 sueña con aparecer en una edición para damas

Sentimientos encontrados tuvo un grupo de caballeros el lunes 15 de diciembre: Alivio al saber que no eran los únicos de su estirpe y escozor ante la posibilidad de ser superados por machos más califas que ellos.

Como todos los días desde hace siete años al comenzar la jornada compartieron la lectura del diario pop y vieron con espanto la nota de la página 2 que reporteó su seguro servidor, o sea, yo mismo.

El título fue: Maestro Lucho Segura confiesa dura adicción a Bomba 4: "Veo puras pechugas". Y el encabezado era lo más chocante: "Titán de imprenta tiene una colección que (según él) les pega tres patadas a las de vulcanizaciones y talleres mecánicos".

Los maestros de mantención mecánica de una empresa de la comuna de Padre Hurtado sintieron un dolor en el pecho, porque su amor propio había sido vulnerado por un coleccionista que se adjudicaba el récord mundial de Bombas-4 con 344 ejemplares.

Miguel Acuña  voló, junto a Juan Traverso, hacia el estante donde atesora los pósters. Con desesperación y alevosía contaron sus ejemplares. Estaban casi seguros que tenían más. "A nosotros nos corresponde el honor y la gloria", se juramentaron.

Quince minutos más tarde terminaron de contar, y sí, efectivamente eran los poseedores (hasta nuevo aviso) del récord Guinness de acopio de nuestro suplemento de los viernes. Miguel lloró de alegría; Juan, también. Después de un nuevo recuento que ratificó su colección de 363 bombas llamaron al diario y como estábamos almorzando, dejaron el recado con Ronald.

Fuimos al encuentro de la noticia y comprobamos su veracidad. A pesar que algunas fotos están arrugadas por su uso, tienen más.

Miguel confesó que junto con el Doctor Cariño las chiquillas simipiluchas son su debilidad, que le gustan rubias y que para él la colección "no tiene precio. No pienso desprenderme de ella, porque es la herencia para mis nietos". El mayor orgullo del veterano del taller es que su hijo por su cuenta comenzó una colección que bordea los 100 números.

- ¿Qué le parecería que hubiera bombas para deleite de las chiquillas?

- Muy bien pues, están en su derecho.

- ¿Y le gustaría posar en colaless?

- Claro, me gustaría ser el primer hombre Bomba-4.

DIPLOMACIA

Juan Traverso sería un excelente diplomático, porque sin ponerse colorado verseó que prefiere que las chiquillas no salgan completamente desnudas "para dejar más a la imaginación". Quizás por eso contó que su pareja lo apoya con su hobby que sus jefes desde hace un par de años no les dejan exhibir en las paredes del taller. Los cabros no se hacen mala leche, "ahora pensamos anillarlas", explicó Juan.

Foncea Maturana

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