Alejandra Díaz es intergalácticamente bella, está sobre dotada de materia gris y, sobre todas las cosas, es dueña de una ternura incomparable.
La reina de La Cuarta es tan dulce que ayer se mamó el insoportable calor capitalino y acompañó a su mamita a poner el voto en un colegio de Maipú. ¡Pechocha!
Loquitos quedaron los militares que cumplían su turno de elecciones en el Lico A-73, cuando sus marciales ojos vieron entrar a una escultural hija del Pulento con ajustados jeans, diminuta polera amarilla y del brazo de la dulce Alessandra Palestini.
"Hace mucho calor para que salga solita. Y por eso la acompañé a votar", dijo la tierna Ale, al tiempo que levantaba su polera y mostraba su turgente guatita.
La reina madre, con el pecho así de inflado por su "criatura", comentó que se va con ella a todos lados. "Es bien compinche conmigo. Por eso siempre me acompaña a distintas partes. Es súper regalona de nosotros".
Mientras la suegra de Chile ponía su votito, algunas chiquillas miraban con sana envidia a la modelo.
"Es la primera famosa que viene a esta sala", comentó risueña Yolanda Vergara, presidenta de mesa.
Con la lengua afuera, y no precisamente por el calor, también quedaron los compadres delegados del comando de Tatán Piñera, cuando cacharon que la monarca del pop estaba en el centro de votación.
Con su misión cumplida, Ale se fue del brazo de su mami.
Por: Constanza Vargas C.
