Para tener tiernos 18 añitos, Catalina Vega se gasta un currículo poderoso. De una precocidad que sorprende, hace dos años grabó un comercial, después disputó un mundial en Italia y en más de una ocasión ha vestido la camiseta de Chile. Y todo gracias a la magia que brota de sus pies.
Es que lo de la chequeteta con la pelota es una relación de dos carachos. Se entrena y chutea en las filas del fútbol femenino de Santiago Morning y en la Sub 20 de Chilito, pero con el mismo talento en sus ratos libres hace acrobacias con la pelotita.
La culpa la tiene el freestyle, en buen chileno una disciplina que consiste en tener una complicidad con la de cuero digna de dos amantes. Se juega hasta en la cuneta y la única regla es no dejar de dominar. Que no caiga, que no toque el suelo.
"Siempre he dominado, siempre me ha gustado. Acá en Maipú vivo en un condominio, donde hacíamos concursos para ver quién dominaba más. Algunos quedaban picados, podían entender que una mujer los venciera. En quién corre más rápido, le gané al más rápido de la cuadra también", cuenta.
Si hasta en su familión ha costado que la entiendan. "A mi abuela no le gusta mucho que juegue fútbol, debe ser porque siempre me ve con moretones. Pero esto es lo que me gusta", descasetea la cabra, quien además estudia educación física en la Universidad San Sebastián.
-¿Siempre fue juguito de pelota?
- Hiperkinética he sido desde chica. De hecho, he practicado casi de todos los deportes, juego de los cinco años. Jugué básquetbol en el Boston y también tenis. Hasta los 15 iba al estadio a ver a Chile, pero ahora prefiero jugarlo”, confiesa.
Razón tiene para estar orgullosa. El año pasado se sacó el sexto lugar en el Red Bull Street, en Italia, y esta semana se repetirá el plato en Japón. Ahí se topará con las ocho más secas del globo.
-Oiga, cuéntenos, ¿De qué se trata la competencia?
-Te explico. Son dos categorías. Los hombres son dieciséis y las mujeres somos ocho. Competimos contra todas, son batallas que duran tres minutos, y cada competidor tiene un minuto y medio para demostrar su habilidad, con intervalos de 30 segundos cada una...
-O sea, hay que tirar toda la carne a la parrilla de una...
-Hay tres jurados que determinan la clasificación, en función del control, la creatividad y el estilo. También influirá el gusto del público para clasificar y pasar de ronda.
-¿Qué le puede prometer a la barra pop?
-El año pasado, cuando el mundial fue en Lecce, salí sexta entre ocho participantes. Fui a adquirir experiencia más que todo. Red Bull cubre todos los gastos y te entregan el balón oficial del Mundial. Ahora espero estar dentro de las tres mejores del mundo.
-Veo que por ganas no se queda...
-He entrenado harto. Más que la cantidad de horas, he privilegiado entrenar todos los días. Las repiticiones. La gran competencia será una francesa, la Melody Donchet, quien acaba de ganar un campeonato mundial que se hizo en Praga, República Checa.