Con la pálida y tiritón de pera quedó la barra jaguar apostada entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía, luego que nuevamente un movimiento telúrico sacudiera esta larga y angosta faja de tierra.
El movimiento, que se registró a las 18.32 horas y cuyo epicentro se registró 36 km al norte de Valparaíso, alcanzó los 6,4 grados en la escala de Richter y tuvo una profundidad superficial de 40,1 kilómetros, lo que explica el manso ni que sustito.
En la Región Metropolitana, que a esa hora se mojaba bajo la lluvia, el sacudón fue más que fuerte, por lo que se registraron cortes en el suministro eléctrico en las comunas de Providencia, Las Condes, La Cisterna, Pedro Aguirre Cerda y Puente Alto, contabilizándose más de 100 mil clientes afectados. También se vio harta congestión en las calles, debido a los arrancones arriba de los autos.
"Le hemos pedido a la ciudadanía que trate de comunicarse a través de mensajes de texto y utilizar los medios electrónicos en la medida de lo posible. No se registraron daños ni problemas en los hospitales y establecimientos de salud en la región", señaló el intendente Metropolitano Claudio Orrego.
Sin tsunami
Desde la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) se anunció que el temblor no fue tan fuerte como para generar un tsunami, lo que calmó, en parte, a los habitantes de zonas costeras.
"A las 18.45 horas el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), indicó que las características del sismo no reúnen las condiciones para generar tsunami, por lo cual se entregó la información a la ciudadanía", indicaron desde el organismo.
A través de las redes sociales, en tanto, los jaguares fueron subiendo fotos y videos, informando cómo se pasaba el movimiento desde distintos puntos del país.
Así, se pudo apreciar como en algunos centros comerciales la gente corría despavorida, mientras unos un tanto más calmos le ponían paños fríos a la situación.
A través de Twitter, además, se informó de caídas de cielo falso en varios supermercados, malls y cines del país, aunque afortunadamente sin daños personales.
Por su litro, la caja chica permitió ver en vivo y en directo cómo jugadores, árbitros, hinchas y cuerpos técnicos eran evacuados desde el estadio Santa Laura, justito cuando jugaba Unión Española ante la U. de Conce, duelo que terminó con un fomeque 0 a 0.