Severos fueron los daños que se registraron en el polémico centro comercial de Castro, a raíz del brígido terremoto de 7,6 grados Richter que afectó a cinco regiones del terruño.
Minutos posteriores al movimiento telúrico, los chicos buenos de la isla partieron con la sirena a todo chancho al Mall Paseo Chiloé por caída de ventanales y cornisas registradas por vecinos.
Y por si fuera poco, el subterráneo del edificio se inundó con cuática, específicamente, en los pisos que van del -3 al menos 1.
Según información proporcionada por bomberos, que acudieron al llamado, el aguacero se debería a la rotura de cañerías y matrices tras el fuerte movimiento.
Testimonio
"Se escuchaba un fuerte ruido tras el terremoto, que venía desde el suelo, y luego empezaron a caer vidrios", sapeó Juan Meliqueo, un testigo chilote que iba pasando.
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