Al ex cantante René de la Vega le faltan unas treinta parrilladas para parecerse al Señor Barriga de "El Chavo del Ocho", pero dentro de poco agarrará un maletín tal como él para salir a cobrarle la renta a la bonita vecindad del edificio que construyó en Recoleta.
Tras cinco años que parecieron siglos, el arquitecto y constructor civil, que aún conserva la categoría de ídolo kitsch por su veintiúnico éxito, "Chica Rica" (viendo si algo enganchas, viendo si algo hechizas), consiguió finalizar su urbanística ópera prima: Una joyita de cuatro pisos y 16 departamentos.
El martes venidero entregará cuatro lofts equipados y la segunda quincena espera tener habitado todo el block, para pasar a cobrar el arriendo los primeros días de este invierno.
El hombre no se anda con chicas (ricas). Ya le dio filo a un patudo que al mejor estilo de "Ron Damón" quería hacerse el de las chacras con el mes de garantía: "Llegó un inquilino que pretendía pagar el mes de garantía en dos cuotas. Le dije que si no tenía la plata ahora después sería peor, y lo rechacé".
Como el terremoto del 27 de febrero no le hizo ni cosquillas a la obra que erigió con sus propias manos, los interesados en un alquiler se dejaron caer como moscas y ya tiene a los cuatro primeros arrendatarios. Otro gancho fue que los depas, se ofertaron a 100 lucas con gastos comunes incluidos.
"La Cuarta sacó una nota porque mi edificio aguantó el terremoto y varios personajes de la farándula llamaron para felicitarme. Nunca lo creyeron posible", contó.
Marco Díaz Riquelme (38) fue el primero que llegó al edificio del maestro. Vive en el 814 y como es pintor también lo usa de taller. "Tengo una vista espectacular de Santiago y espero que tengamos una vecindad tan buena como la del Chavo".
René espera recaudar más de un palo y medio de pesos al mes, los que le servirán para pagar durante seis meses las calillas que adquirió para levantar la mole de calle Río de Janeiro.
"La mayoría de los arrendatarios son personas de 40 años, solteras y trabajadoras. También vivirán universitarios", contó el cabro.
- ¿Cómo bautizaste tu obra? ¿"Chica Rica"?
- No, para nada. Se llama Río de Janeiro.
- ¿Algún inquilino fan?
- Espero que al cobrar el arriendo alguien diga que le gustaba mi música.
- ¿El negocio da o saliste para atrás?
- Dará y construiré más.
- ¿O sea que vas a recuperar el auto con cachos?
- No (ríe), pero ojalá pueda enchular otro.