El alcalde de Conchalí explicó el por qué mandó "para la casa" al Presidente Piñera en un matinal. Aseguró que camina sin problemas por las calles y cree que los ediles deben representar de mejor manera el sentir de los vecinos.
El nombre del alcalde de Conchalí, René de la Vega, ha estado de moda en las últimas semanas. Primero porque en una visita a un matinal le mandó el siguiente recado a Sebastián Piñera: "Presidente, váyase para la casa".
Y luego, volvió a estar en la cresta de la ola en redes sociales, tras cumplirse un año desde que le quitara el título de hija ilustre a Lucía Hiriart, la viuda de Augusto Pinochet.
Sus acciones no pasan inadvertidas. El país cambió tras el 18 de octubre y se atrevió a dar el primer paso. "Chile despertó y todos debemos estar a la altura", confesó en conversación con La Cuarta.
– ¿Cómo ha estado en los días de crisis social?
Lleno de emociones encontradas, inicialmente de reflexión y autocrítica, de vigor y fortaleza por el cambio de mentalidad que hoy todos debemos trabajar, pero también han sido complejos al ver la intención de pasar a segundo plano la necesidad de las demandas sociales. Rechazo la desinformación, todo acto vandálico y la destrucción a la propiedad privada y pública.
– ¿Y con el emplazamiento al Presidente?
Es importante aclarar mi reacción emocional, enérgica y envalentonada: no pertenezco a ningún partido político y mi reacción no responde a temas partidistas. Soy independiente y me considero una persona centrada, con los pies en la tierra y cercana a la realidad de mis vecinos y vecinas.
– ¿Le ha tocado duro?
He vivido la pobreza, he trabajado desde la niñez y me he esforzado constantemente para ser una persona emprendedora, educada y con compromiso social. De allí me oriento para debatir, discutir y compartir, con altura de miras y de forma transversal, opiniones de derecha e izquierda, siempre con una mirada objetiva y vinculada al bien social.
– ¿Qué opina del estallido social?
Gracias a miles de jóvenes y al movimiento social, muchos nos dimos cuentas que estábamos equivocados, aceptando y normalizando el abuso que durante décadas sufrimos por parte de la clase política, donde todos los Presidente y parlamentarios que "nos han representado", sobre todo durante los últimos 30 años, no tenían el ánimo de cambiar la situación país.
– ¿Qué cree que les pasó?
En lugar de buscar la conexión con la realidad, sólo buscaron y trabajaron por sus intereses propios y mezquinos, generaron más desigualdad social y una política precaria, que han quedado expuesta cada vez que ladrones de cuello y corbata, han quedado impunes, teniendo la posibilidad de sentenciar con multas y condenas ejemplificadoras.
– La firme: ¿se levanta con la pata derecha o izquierda?
Voté por la Presidenta Michael Bachelet y me desilusionó al conocer los antecedentes de la investigación, que imputa a su hijo por el uso de tráfico de influencia en los negocios con su esposa, beneficiándose millonariamente y saliendo impune; trabajé con el Presidente Sebastián Piñera, con la esperanza que se reactivara la economía de nuestro país y de una buena vez, se terminara con la puerta giratoria y el aumento de la sensación de inseguridad.
– ¿De qué lado está?
Hoy Chile despertó y todos debemos estar a la altura. Por eso, es necesario que nos conectemos y empaticemos con la realidad de muchos chilenos, personas trabajadoras, resilientes y esforzadas, que no están pidiendo gratuidad, asistencialismo, ni privilegios, están pidiendo, no más abusos, justicia y equidad.
– ¿Ha escuchado las demandas de la gente de su comuna?
Millones de chilenos, durante casi dos meses, claman que los escuchen, que el Gobierno dé respuestas claras y sin letra chica, que se terminen las discusiones partidistas y que todos nos unamos en buscar la dimisión de la desigualdad social. Pero lamentablemente, hemos oído comunicados inciertos y erróneos, que van por otro camino, intentando confundir y que aumentan el descontento.
– ¿Por eso fueron sus palabras en el matinal?
Por eso me dirigí al Presidente, como responsable de la administración de nuestro país.
– ¿Qué cree que debe hacer?
Buscar mecanismos de acuerdos entre parlamentarios y la sociedad civil, mantener el orden público garantizando los DD.HH., Hasta el día de hoy eso no se ha concretado y se ha mantenido sin conexión a un cable a tierra que le permita ver la realidad. Ojo no la realidad que vemos en televisión o le cuentan sus asesores, sino la que se vive en el territorio. Muchos alcaldes hemos tratado de exponerla, con nula respuesta, cual un niño habla con un adulto, donde muchas veces no hay entendimiento por la distancia generacional.
– ¿Se siente parte del descontento social?
Claro. Cuando un empresario acomodado habla de necesidades, muchas veces no hay entendimiento porque nunca las ha vivido. Yo amo a mi país, quiero que sea más justo, quiero que todos los chilenos tengamos las mismas oportunidades, que nuestros hijos tengan derecho a una educación gratuita y de calidad, que el sueldo mínimo sea justo y esté relacionado al costo de vida, que nuestros adultos mayores tengan jubilaciones dignas, un sistema de salud profesionalizado y gratuidad en la locomoción, que el abuso de las empresas y concesionarias termine.
– ¿Cómo se unirían los políticos?
Si el presidente deja el cargo vacante, todos los parlamentarios se verán en la obligación, de trabajar, de una buena vez, por una causa común, no solo en la Nueva Constitución, que se puede trabajar de forma paralela, sino que avanzar en busca de lo que los debe motivar y ser su vocación: el bienestar de los chilenos.
– Esa onda…
Si el Presidente renunciara, destacaría su entereza y nobleza, en virtud a recuperar la paz social y el orden público. Daría una señal y un espacio para que la ciudadanía trabaje en una agenda social real, con los tiempos, predisposición y compromiso real, trabajando en un escenario de tranquilidad, normalidad y paz.
– Se fue con todo.
Soy responsable de mis dichos y espero que mi entusiasmo, emociones y sentimientos, no afecten mi rol como alcalde y la vida cotidiana de todos los vecinos a quienes represento. Lamento mi sinceridad, pero creo interpretar lo que a diario escucho en las calles, que como cualquier opinión, puede tener aceptación o no.
– ¿Es cierto que le quisieron quitar fondos estatales por sus dichos?
El Gobierno tiene la obligación de apoyar a todos los municipios del país, somos parte del Poder Ejecutivo. Esperamos que sigan trabajando en lo prometido y no anulen o restrinjan fondos a Conchalí, a consecuencia de quienes se molesten por mis dichos.
– ¿Lo han criticado o atacado en la calle?
Siempre he caminado sin problemas por las calles y lo sigo haciendo. No tengo qué ocultar, ni temer. Siempre he sido transparente.
– Algunos ediles lo chaquetean por hablar como vecino y no como autoridad. ¿Qué opina?
Que se alejan de la representación de quienes nos eligieron. Estamos para representar a nuestra comunidad, para expresar sus sentimientos, buscar alternativas y soluciones a sus necesidades, trabajamos y estamos al servicio de ellos. No somos figuras que imponen. Nuestra labor no es imponer el orden, es ser la voz del vecino.
– ¿Cómo se terminaría la crisis social?
El Congreso de una buena vez debe trabajar en conjunto, sin colores políticos y con una sola chaqueta: la de acabar con la desigualdad social y eliminar los privilegios de raíz.