Todos los días, hace siete años, Sebastián Arancibia Rojas se arrepiente del crimen que lo condenó a 13 años tras las rejas.
Según el joven de 25 años, una mocha se le fue de las manos y terminó en un asesinato por el cual, gracias a beneficios penitenciarios, deberá estar cuatro años y medio más en cana.
El homicidio lo cometió cuando tenía 18 años y era un cabro porfiado que sólo había llegado hasta octavo básico. Pero en Colina 1 recapacitó y en dos años terminó la enseñanza media con promedio de 6,5.
El año pasado se propuso dar la PSU y le fue bien: ponderó más de 600 puntos para estudiar publicidad, pero debió dar la prueba de nuevo. No tuvo el permiso porque le quedaba más de la mitad de la condena.
La segunda vez le fue aún mejor porque ponderó 719,4 puntos para Ingeniería de Ejecución en Minas en la Universidad de Santiago, en donde fue el primer seleccionado.
Instalado en una buhardilla de dos por dos en el Centro de Educación y Trabajo Metropolitano, Sebastián tuvo la posibilidad de salir de la cárcel durante las tardes para estudiar en el preuniversitario Cepech y los muros de su celda son testigos del esfuerzo que realizó.
En la minúscula habitación, a la cual se llega desde una frágil escalera, sólo hay una cama y una velador, pero ahí el muchacho estudió hasta que salía el sol y escribió en la muralla las fórmulas que le permitieron entrar a la universidad.
"Anoté teoremas de Pitágoras, volúmenes, inecuaciones, funciones, trigonometría... porque así los podía ver siempre y los memorizaba mejor", dijo.
Para estudiar ya accedió a la Beca Bicentenario que le financiará $2.300.000, y sólo le faltan 400 lucas para completar el arancel anual.
El permiso de Gendarmería de Chile ya lo tiene, y además recibió las felicitaciones de las autoridades de la institución, que están felices por el ejemplo que el joven se ha convertido para los otros internos.
Otra autoridad que felicitó a Sebastián es el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, porque será el área donde el estudiante pretende ganarse los porotos.
El secre de Estado le dijo que para tener éxito debía "ser responsable, estudiar, anticiparse a las materias y dar más de lo que los profesores te pidan. Además tendrás que pelear contra tu pasado y trabajar el doble para que crean en ti".
