Reos se pusieron vivaldis con primera sinfónica canera

Desde la cárcel de Vallenar, en la Región de Atacama, se escuchan unas hermosas sinfonías igualitas a las que suenan en los conservatorios de música.

La gente que pasa por la calle imagina que es algún cidí o un concierto que están pasando por la tevé.

Sin embargo, se trata de la primera sinfónica tras las rejas de Chile. Y está integrada exclusivamente por reclusos que purgan alguna condena.

Esta armoniosa idea salió de la afinada cabeza del músico Carlos Zuleta. Es el dire de la Orquesta Sinfónica Penitenciaria, y quien luego de gestionar los recursos y los instrumentos a través de un Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), le puso ritmo a la vida de varios reos.

"La idea la vi en Venezuela, donde para sacar a los presos de sus largos tiempos de ocio les facilitaban instrumentos musicales. No sólo a gente privada de libertad, sino también a gente en campamentos o con problemas sociales", señaló Zuleta a La Cuarta.

El proyecto agarró vuelo a mediados del año pasado y bastaron sólo un par de meses para que los presos le sacaran hermosas notas a violines, flautas y clarinetes.

"Una de las primeras obras que sacaron fue 'Por una Cabeza' de Carlos Gardel. Como en todo orden de cosas a algunos les resultó más fácil tocar los instrumentos. Por ejemplo, había uno que ya había tocado la trompeta en el colegio. Pero en general todos van a la par. Son un excelente equipo", entonó el músico.

A LOS REOS LES FALTA TIEMPO

Los veinte participantes se peinan con los violines, violas, violonchelos, contrabajos, flautas traversas, clarinetes, trompetas y guitarras que tiene a su disposición.

"Tenemos cupos para agrandar la orquesta, pero todo a su tiempo. Por ahora el problema más serio que tenemos es el asunto del tiempo, ya que sólo podemos ensayar una vez a la semana y por una hora, lo cual es muy poco si queremos progresar ya que este es un proceso muy lento", largó el Zuleta.

"Podríamos facilitarles los instrumentos a los presos para que ensayen en sus celdas, sin embargo, es muy probable que los otros presos rompan las piezas", reveló el dire musical.

Igual Zuleta no pierde la esperanza de convertir a los chiquillos que están privados de libertad en una tremenda orquesta. "Hay que pensar positivo y seguir avanzando, podemos llegar muy lejos", concluyó.

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