Fueron nueve personas quienes integraron el primer grupo que intentó sacar a los 33 trabajadores atrapados en la mina San José. Entre ellos estaba Daniel Palma, bombero e instructor nacional especializado en rescate minero. Un hombre con amplia experiencia que, a pesar de todo, confesó que "el cerro esta vez nos ganó la batalla y nos ganó por paliza".
Daniel estuvo al frente junto a los mejores especialistas en rescate minero. Un grupo de elite complementado con integrantes del GOPE de Carabineros. Su esfuerzo fue enorme, ya que accedieron a la mina por la chimenea de ventilación, un tubo de no más de 3 metros de diámetro.
Los rescatistas debieron enfrentar un espacio minúsculo, la ausencia de luz (ya que sólo se alumbraban con sus cascos), oxígeno deficiente, polvo en suspensión, temperaturas cercanas a los 46 grados y el material que aún seguía cayendo, luego del derrumbe que colapsó algunos sectores de la mina.
El grupo debía bajar cerca de 240 metros, habían avanzado lo suficiente como para tener muy buenas expectativas, hasta que llegaron a una de las últimas subestaciones, la que estaba llena de material y apenas tenía espacio para efectuar los trabajos.
A medida que se acercaban a este punto, el equipo percibió golpes secos y "planchones" (caídas grandes de material), malos augurios que terminaron cuando el primer rescatista llegó a un punto donde supo que la mina seguía colapsando y que ellos estaban en medio de un sector que estaba a punto de derrumbarse.
Daniel Palma recuerda esos momentos como los peores de su carrera como rescatista. "Yo creo que la peor noticia que he escuchado en mi vida, me dicen: 'hasta acá llegamos, se acabó'". El hombre de la primera línea advirtió luego: "sáquenme de acá, porque el cerro se está abriendo".
El rescatista relató con gran dramatismo el momento cuando el cerro comenzó a derrumbarse por segunda vez. "Empezamos a sentir un ruido, un estruendo ensordecedor, se empieza a estremecer el cerro. Teníamos clarito lo que se nos venía: el cerro se estaba asentando".
La totalidad de personas que participaron del rescate salieron con vida e ilesos, pero el ánimo del grupo decayó, porque no lograron su objetivo. "Pedimos disculpas por no poder en el primer intento", dijo. Sin embargo la esperanza sigue intacta, al igual que las fuerzas.