Usual era entre los expedicionarios europeos que llegaban a Magallanes ir en búsqueda de familias indígenas que vivían bajo un modo de vida rudimentario. Sus costumbres, cultura y vestimenta llamaron la atención de empresarios inescrupulosos que los apresaban y mostraban en “zoológicos humanos” con el fin de entretener a quienes descubrían en ellos un mundo curioso y lejano.
Los restos de cuatro indígenas kawesqar, llevados a Europa a fines del siglo XIX para su exhibición, fueron repatriados hoy. La presidenta Michelle Bachelet brindó un sentido homenaje y dio a conocer el mensaje del gobierno frente a este hecho.
“Al recibirlos hoy el Gobierno de Chile quiere hacer público, en nombre de la nación, un claro mea culpa por la complicidad de las autoridades de aquella época con estas expediciones infrahumanas, o cuando menos con la decidia e inequidad ante tales abusos”, dijo la jefa.
Esta señal, significa también un nuevo compromiso con la defensa de los pueblos originarios, tanto en “sus condiciones de vida, manteniendo su perfil histórico y cultural”.
“En nuestro Bicentenario resulta insoslayable enfrentar las luces y sombras de nuestra historia. Las glorias, pero también las injusticias, para volver hacer presentes los ideales de la patria”, manifestó la presi respecto de uno de los hitos del Bicentenario lejano a las celebraciones.
La Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, brindó mayores detalles de estos cuerpos y su destino. “Son parte una familia con su pequeño hijo y dos jóvenes llevados para exhibirlos, con la complicidad o la absoluta indiferencia del Gobierno y en contra de la voluntad de las personas de ser mostrados”.
Los restos serán trasladados a una isla donde tendrán una sepultura con la presencia de pueblos originarios, bajo la antigua costumbre kawesqar.