La nave modelo Boeing 747 fue retenido por las autoridades trasandinas el pasado miércoles 8 de junio, en una confusa situación que está lejos de terminar.
Todo comenzó el pasado 6 de junio cuando el avión con una bandera venezolana, aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza en Córdoba, después de que problemas con el clima no le permitieran continuar con su viaje hasta el destino final en Uruguay.
El avión, supuestamente de carga, transportaba en su interior a 14 ciudadanos venezolanos y 5 ciudadanos iraníes, quienes debido al mal clima se encontraban hospedados en un hotel, hasta que dos días después el 8 de junio, las autoridades argentinas decidieran retener el vuelo y el pasaporte a los pasajeros iraníes. Esto frente a una serie de dudas e irregularidades que presentaba el viaje, de acuerdo a información de BBC.
Actualmente el avión Boeing 747 pertenece a la aerolínea con sede en Caracas, Emtrasur, quienes adquirieron la nave de una compañía iraní Mahan Air, situación que encendió las primeras alertas. Esto se debe a que la aerolínea iraní es sospechosa de supuestamente mantener lazos con la Fuerza Quds, quienes son “un poderoso brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán”, menciona el medio.
Debido a esto, es que sobre la compañía iraní pesan una serie de sanciones, ya que en 2011 Estados Unidos los acusó de trasladar cargas militares en aviones civiles. Esta situación se agravó en 2020, cuando de acuerdo a lo informado por BBC, el departamento del Tesoro del país norteamericano acusara “la existencia de vuelos chárter de Mahan Air hacia Venezuela que supuestamente trasladaban a personal iraní, equipos técnicos y otros materiales que eran usados y pagados por el gobierno de Nicolás Maduro”.
Aumentan las sospechas
Estos antecedentes fueron los que provocaron las sospechas con respecto al avión que aterrizó en Argentina el pasado 6 de junio, especialmente por el hecho de que al interior de este viajaran cinco ciudadanos iraníes. A esto se suman las declaraciones del ministro de Seguridad argentino, quien informó que “el nombre de uno de los tripulantes iraníes, Gholamreza Ghasemi, “coincide” con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán”, situación que encendió aún más las alertas.
Otra de las características que llamó la atención de este vuelo y que ha provocado que siga retenido en Argentina, es que antes de su llegada a Córdoba, la nave hizo una parada en Ciudad del Este, donde descendieron 10 pasajeros, entre ellos un ciudadano iraní con el mismo apellido que el ministro del Interior de dicho país.
Esto toma relevancia, ya que Ahmad Vahidi (nombre el ministro), “se encuentra acusado ante la justicia de Argentina como “autor intelectual del atentado a la AMIA”, ocurrido el 18 de julio de 1994″.
Hasta el momento, a los ciudadanos venezolanos se les permitió el retorno a Venezuela sin ningún problema, situación diferente es la que enfrentan los cinco ciudadanos iraníes, cuyos pasaportes aún continúan retenidos por las autoridades trasandinas, además de pesar una investigación en su contra por posibles vínculos con grupos terroristas.
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