Según la Fiscalía, Felipe Padilla llamó al 133 y habría pedido permiso a Carabineros para defenderse a balazos contra choferes que, según él, lo perseguían. Quedó en prisión preventiva por homicidio simple y dos frustrados.
Asegura que lo persiguieron y que actuó en defensa propia. El conductor de Uber Felipe Padilla Michea entregó esta versión sobre lo ocurrido en la madrugada del sábado, cuando, de acuerdo a la Fiscalía, mató de un balazo a un taxista de 25 años en medio de un confuso incidente en el centro de Santiago.
Por el hecho en que perdió la vida Paolo Fontt y resultaron heridos a bala otros dos taxistas, Padilla (27) fue formalizado y quedó en prisión preventiva durante los 120 días que dure la investigación.
Y fue en la audiencia donde el fiscal adjunto de la Fiscalía Centro Norte, Fernado Donoso, entregó detalles del inicidente que terminó con la vida del joven padre de familia.
De acuerdo al Ministerio Público, el conductor del Fiat sedán de color rojo habría sido quien comenzó con la persecución que acabó en calles Almirante Barroso con Agustinas.
"La investigación realizada muy rápidamente el día de ayer nos permitió recoger un llamado (a Carabineros) que hizo el imputado a las 3.40 horas, es decir, cinco minutos antes de ocurridos los hechos. Al transcribirla, lo que da cuenta es que habría visto al taxi y él mismo fue quien empezó a hacer una persecución a los taxis", señaló el fiscal.
Los choferes heridos de bala, Álex Saguas y Santiago Ñiancrus, narraron versiones prácticamente iguales: concurrieron a prestar ayuda a Paolo Fontt, quien era perseguido por el conductor de Uber.
Aseguran que cuando interceptaron al sujeto, éste se bajó de su automóvil y disparó a quemarropa a la víctima fatal. Posteriormente, y tras forcejeos, habría percutado su arma otras dos veces en contra de los otros taxistas.
Por su parte, el imputado asegura que a él lo estaban persiguiendo los taxistas e incluso, en el llamado a Carabineros, dijo que le habían percutado al auto.
En el registro de la llamada, Carabineros preguntó varias veces la ubicación del chofer.
Según el fiscal Donoso, el imputado prosiguió conversando en un tono desafiante y preguntó a los efectivos policiales si se podía defender de los supuestos balazos utilizando un arma de fuego.
"Él preguntó dos veces si podía disparar. Uno puede concluir que lo que esta buscando es una autorización para actuar. Estamos hablando de una actuar temerario de parte de él" agregó Donoso.
El persecutor añadió que la llamada pasó a audio ambiente, donde se escucha todo lo que ocurrió en la pelea, con hechos coincidentes a los testificados por Saguas y Ñancus.
¿Y los fierros?
La defensa del acusado afirma que actuó para asegurar su integridad y que la armas halladas posteriormente en su casa están legalmente inscritas. Añade que en los taxis se encontraron fierros y elementos contundentes, con los que golpearon su Uber.
Pero el fiscal desmintió eso, ya que el vehículo no tenía ningún rastro de golpes.